La batalla industrial

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, se ha alineado junto al secretario general del Sindicato Obrero Minero de UGT, José Antonio Fernández Villa, en una reivindicación que comparten muchos socialistas asturianos, según sus dirigentes, y que consiste en suavizar al máximo la reducción de plantilla de la empresa pública minera Hunosa. "El caballo en el que se ha montado Guerra no es un mal caballo", indicó ayer un alto cargo regional del PSOE, que subrayó no sólo el tradicional arraigo del socialismo en Asturias sino la dificil posición en que se ha colocado al SOMA, una federación de UGT que ha mantenido su apoyo al Gobierno cuando casi todas las demás le criticaban y se distanciaban de él. Por el contrario, otra relevante personalidad regional del PSOE ironizó, con perceptible lamento y reproche, que Guerra juegue a "cómo hacer la tortilla sin romper los huevos". A juicio de este representante socialista, Guerra y Solchaga están protagonizando un pulso -del que la reducción de plantilla de Hunosa es el último episodio- al que es ajeno el 90% del partido. Pero aún así, ese asunto ha provocado un forcejeo entre el aparato del partido y el Ministerio de Industria y ha puesto de manifiesto el "mar de fondo", en expresión de un destacado parlamentario socialista, en las relaciones del vicesecretario general del PSOE con el presidente del Gobierno.

El pasado día 17 de septiembre ya el Grupo Parlamentario Socialista aprobó una enmienda a una proposición no de ley de Izquierda Unida sobre la reconversión en Hunosa que "no le gustó" al Ministerio de Industria, según relató ayer un experto en política industrial.

Posteriormente, AIfonso Guerra expresó ante otros compañeros de partido su descontento con la gestión de ese ministerio, cuyo máximo responsable es Claudio Aranzadi, persona de confianza de Solchaga. Más información en páginas 49 a 51.