La noche más larga en Zagreb
Gran parte de los habitantes de Zagreb pasaron la noche del martes al miércoles en los refugios antiaéreos mientras en el exterior se libraba una violenta batalla entre el Ejército yugoslavo y las fuerzas croatas. En la parte antigua de la ciudad, los sótanos de los edificios, discotecas y aparcamientos han sido habilitados corno escondrijos a los que la población acude a gran velocidad cuando se disparan las alarmas antiaéreas.En Nova Zagreb, la mayoría de edificios, de estética poco afortunada y construidos durante la época del mariscal Tito, cuentan con refugios más equipados, incluyendo camas.
Muchos vecinos, sobre todo mujeres y niños, seguían escondidos durante la mañana de ayer en los refugios, protegiéndose de los francotiradores que, al parecer, se encuentran diseminados en este barrio de la ciudad y que por el momento han conseguido su objetivo de sembrar el pánico.
A pesar del uso de gran cantidad de armamento pesado y de la intervención de la aviación durante los combates, el número de víctimas, según los datos provisionales facilitados por las autoridades, es reducido. Unas 20 personas, entre civiles y combatientes croatas resultaron heridas de diversa consideración.
Un médico de un equipo de socorro declaró que cinco guardias y oficiales de la Policía croata fueron atendidos en un hospital de heridas causadas por disparos de francotiradores. Se desconoce si entre las filas de las tropas federales que fueron bloqueadas en sus cuarteles se produjeron víctimas.
El centro de crisis de Zagreb difundió a primera hora de la mañana una lista de los daños materiales causados durante los combates. La escuela de artes gráficas en el barrio de Boorogaj, un edificio de apartamentos en las proximidades del cuartel Mariscal Tito, la empresa textil DTR y una planta embotelladora de Pepsi-Cola resultaron alcanzados durante los combates.
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