Un buen comienzo

El nuevo Consejo de Estado creado recientemente a la cabeza de lo que queda de la federación soviética no ha decepcionado al anunciar ayer, como primera decisión, el reconocimiento de la independencia de los tres Estados bálticos. El gesto se consideraba simbólico, pero también era el más difícil. (...) El reconocimiento de los Estados bálticos hace pensar en un nuevo estadio de repliegue general, comenzado hace dos años con el desmoronamiento de los regímenes socialistas de Europa: tras el imperio exterior, el movimiento de emancipación se centra ahora en el imperio interior.Ha hecho falta la divina sorpresa del golpe fracasado del 19 de agosto para llegar hasta aquí. Porque lo más sorprendente es que este salto cualitativo se ha conseguido en una especie de consenso general, sin resistencia aparente. (...) Tras las nuevas instituciones creadas el jueves en Moscú se asientan dos principios completamente nuevos, rechazados hasta ahora con horror por toda la tradición soviética: el carácter voluntario en lo concerniente a la adhesión a la Unión y la unanimidad entre sus miembros en lo relativo a su funcionamiento. A partir de aquí todo es posible, Incluida una refundación de la Unión según el modelo vigente en el oeste de Europa. ¿Veremos pronto una Comunidad de los Diez, o los Doce, a juego con los Doce de la CE? Gorbachov y Yeltsin han tenido un buen principio al organizar su parte de la casa europea.

6 de septiembre