Inquietud de Pérez de Cuéllar ante el riesgo que corren los refugiados shiíes en el sur de Irak

El secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, expresó ayer su inquietud por la situación de la población shií que se halla refugiada en las zonas pantanosas del sur de Irak, contra la cual, según Irán, el Gobierno de Bagdad prepara una ofensiva militar de gran envergadura. Pérez de Cuéllar se encuentra en Ginebra, donde presidirá una serie de reuniones sobre ayuda humanitaria a la región del Golfo.

"Hemos recibido una nota de Irán que estamos estudiando... Estamos preocupados", dijo a los periodistas el secretario general de la ONU, quien mantiene contacto permanente con las autoridades iraquíes. La organización internacional envió el fin de semana pasado un equipo de observadores al sur de Irak. Pérez de Cuéllar no dio indicaciones sobre las conclusiones del trabajo de esta misión, pero dejó entrever que en los próximos días se podría enviar una nueva delegación a la región. Al mismo tiempo, apoyó la creación "en caso de necesidad" de campamentos de refugiados en el sur de Irak. "No hacemos ninguna diferencia entre los refugiados del norte y del sur", precisó, refiriéndose a la movilización internacional en favor de los kurdos al norte de Irak.Por su parte, el presidente austríaco, Kurt Waldheim, en visita oficial a Teherán, hizo un llamamiento a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad de la ONU para actuar con rapidez ante la gravedad de la situación. El presidente iraní, Hachemi Rafsanyani, presente en la conferencia de prensa, acusó nuevamente a las autoridades de Irak de concentrar un masivo número de tropas en torno a los refugiados shííes, con el objetivo de perpetrar una matanza.