La nueva Suráfrica

Es importante no olvidar que el espíritu de la lucha contra el apartheid está basado en demandas y aspiraciones concretas, las cuales están formuladas en la Carta de la Libertad de 1955. Este documento, elaborado por un congreso masivo al que asistían representantes de todas las organizaciones democráticas, pasó a ser el fundamento político del Congreso Nacional Africano (ANC), Congreso Surafricano de Sindicatos (Cosato) y el Partido Comunista de Suráfrica. El ANC ha elaborado unas directrices, basadas en la Carta de la Libertad, para la creación de una Constitución democrática que ya está siendo discutida por todos los movimientos democráticos en el país. De hecho, el proceso de debatir, rechazar, hacer sugerencias, mejorar y descartar algunas de estas directrices constituye en sí un importante paso hacia la democracia en Suráfrica.Ahora el ANC está participando en conferencias organizadas por otras organizaciones para el intercambio de opiniones. Las conversaciones con el Gobierno de De Klerk forman parte de este proceso. Ha habido reuniones entre el ANC y las diferentes iglesias, entre la Liga de la Juventud del ANC y otros grupos juveniles y estudiantiles, y entre las mujeres del ANC y otras agrupaciones de mujeres, incluidas las blancas. Se trataban cuestiones como la libertad, la democracia y la paz. La Carta de la Libertad surgió a menudo como punto de referencia. En general se admitía el hecho de que el país necesita cambios profundos.

Ahora el ANC ha elaborado un documento sobre los derechos de todos los ciudadanos, que, como la Carta de la Libertad, podría servir como punto de partida para una Constitución democrática. Este documento es consciente de las condiciones reales de Suráfrica, y es, por tanto, más que nada un documento en contra de las prácticas del apartheid. Estipula que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos, y denuncia la tiranía del Estado y el abuso del poder; por ejemplo, el que se ha visto perpetrado por el régimen del apartheid.

Otro punto sobresaliente del documento es el que constata que la libertad no es separable de cuestiones como la alimentación, la educación, la vivienda y el trabajo. A este respecto, el ANC rechaza totalmente la afirmación del presidente De Klerk por la que la tierra robada al pueblo negro como resultado del apartheid tendría que quedarse en manos de los blancos-

representante del Congreso Nacional Africano en España.