Decálogo del ahorro

La ducha, mejor que el baño. Una bañera llena supone consumir más de 300 litros de agua, mientras que una ducha de cinco minutos puede no sobrepasar los 60 litros.No tire innecesariamente de la cadena del retrete. Cada vez que lo hace, está consumiendo más de 10 litros de agua. En las viviendas de nueva construcción, exija las cisternas / water ecológicas. Constan de un doble mando, para aguas menores y mayores; utilizando el primero, sólo consume tres litros.

No pongan en marcha el lavavajillas o la lavadora hasta que su capacidad esté al completo. Cada lavado supone un consumo de 40-50 litros de agua, sin contar la electricidad; ade más, los detergentes que requieren son problemáticos para el medio ambiente y acarrean un deterioro más acelerado de las depuradoras, que usted costea también a través de los impuestos. Y al limpiarse los dientes, tampoco deje correr el agua del grifo: evitará un despilfarro estimado en 40 litros por día.

Desde luego, revise sus grifos. Evite que presenten pérdidas y goteos.

Opóngase a la construcción sistemática de nuevos embalses tanto en la Comunidad de Madrid como en sus inmediaciones. Suponen la destrucción de los últimos trarnos fluviales supervivientes. Construir constantemente más y más embalses no es un solución lógica. Por el contrario, practique y apoye campanas de ahorro hídrico. Debe prohibirse el uso de pozos de agua potable para uso industrial.

Y sea consciente, finalmente, de que usted controla, en derinitiva, la llave del consumo de agua. Mediante sus compras, influya en la industria y en los servicios para que sean más conscientes de la necesidad de respetar un recurso público como es el agua. No adquiera productos de las empresas que la malgasten, la polucionen o la deterioren.