El Patriarca de Babilonia dice que la guerra afectará al mundo cristiano

La voz cantante en el debate que ha tenido lugar en el Vaticano ante la presencia del papa Juan Pablo II sobre los problemas que la guerra del Golfo ha planteado a la Iglesia la han llevado los siete patriarcas orientales presentes, que han hablado sin pelos en la lengua.El Papa ha decidido clausurar el debate con un discurso público que pronuncia hoy, durante la audiencia general de los miércoles. Durante la reunión, Su Beatitud Raphael I Bidawid, Patriarca de Babilonia de los caldeos en Irak, cuya intervención era la más esperada, afirmó que la guerra "ha exasperado en el mundo árabe el resentimiento contra Occidente". Y añadió: "Tal rencor puede arrastrar con Occidente también a nuestras iglesias y al mismo mundo cristiano".

El Patriarca fue muy severo con Naciones Unidas: "Esta guerra ha señalado un cambio histórico: la ONU por vez primera ha encontrado su cohesión, pero tras la caída de los bloques, tal cohesión se ha llevado a cabo para hacer una guerra contra un tercero: el mundo árabe. Objetivamente quizá no sea así, pero no cabe duda de que así ha sido sentida esta guerra por las masas árabes". Y añadió: "La cohesión de la ONU, o mejor de la coalición, tiene el riesgo de aparecer ambigua porque ha dividido el mundo en dos: el mundo occidental y el mundo árabe. El Papa había sido ejemplar en esto: había que evitar la guerra sin renunciar a la justicia".

Criticó también el hecho de que la ONU haya usado "dos pesos y dos medidas", recordando por ejemplo que hace 23 años que se espera la aplicación de la resolución acerca del problema palestino.

Hablando de Israel, el Patriarca afirmó: "Nadie pone en duda el derecho de Israel a existir, pero hay que recordar que el llamado holocausto fue perpetrado no por los árabes sino por las potencias occidentales". Y añadió: "El problema árabe-israelí nació y prospera sobre injusticias que nada tienen que ver con el holocausto".