Un clásico de la crítica
Northrop Fry debe su alta valoración en el pobladísimo parnaso de la crítica literaria del siglo XX sobre todo a un libro, Anatomía de la crítica (1957), en el que intenta encontrar una explicación global de los fenómenos literarios basándose en la supresión de los juicios de valor que sustituye por el análisis de los elementos arquetípicos y mitopoéticos que, según su teoría, forman la estructura misma de lo literario.En la actualidad, su aplicación de la idea jungiana de los arquetipos al análisis literario parece tan inocente como los primeros intentos de psicoanalizar obras de creación realizados por los alumnos dé Freud. Sin embargo, la escandalosa derrota sufrida por su teoría carece de importancia si se tiene en cuenta que Fry sigue teniendo lectores en todas partes.
El nombre de Fry se sitúa al lado de los de Spitzer y Wellek, Baitín, y Barthes, Auerbach y Jakobson, los más grandes críticos del siglo. Nacido en Canadá el año 1912, Fry abandonó pronto su vocación de poeta, se hizo ministro de la United Church de su país y debutó como crítico litera rio en 1947 con un libro sobre la poesía de William Blake, Fearful Symmetry. Tras su consagración con la Anatomía de la crítica, y una vez convertido en catedrático de Literatura Inglesa de la Universidad de Toronto siguió publicando obras sobre alguno temas favoritos. Primero fueron los trabajos sobre Shakespeare, Fools of Time, y luego otra obra gigantesca y de gran interés cuyo impacto todavía se va ex tendiendo, Literature and the Bible, en dos volúmenes aparecidos en 1982 y 1986. En 1982 publicó, además, The Great Code.
Si éste ha sido el siglo del crítico como héroe, Fry merece sin duda inscribirse en la serie de los estudiosos del fenómeno literario que trataron de encontrar una manera no subjetiva de hacer crítica. En este sentido, su obra tiene una intención no muy alejada de la que animó, a comienzos de siglo, a los formalistas rusos; y en cierto sentido fue prolongada por sus primeros rivales, los estructuralistas franceses.
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