Bases millonarias en el desierto

La operación de contención del Ejército iraquí montada por Estados Unidos y sus aliados, la denominada Operación Escudo del Desierto, tendrá un coste estimado en 1991 de 11.800 millones de dólares (1.1 billones de pesetas), según datos del Departamento de Defensa. La mayor parte de este gasto se utilizará para construir las bases que tendrán que albergar a las tropas norteamericanas en Arabia Saudí. En caso de guerra, ese presupuesto se dispararía, según han reconocido funcionarios del Pentágono.Los elevados gastos de la operación militar iniciada por Washington se justifican con el coste de la propia movilización, la activación de los cuerpos de reservistas, la compra masiva de ropas de camuflaje y uniformes para evitar las intoxicaciones provocadas por las armas químicas, los repuestos, el equipo médico y el aumento del precio de la gasolina.

Esta operación, que afectará directamente a los bolsillos del contribuyente norteamericano, a pesar de que Arabia Saudí haya anunciado que asumirá gran parte de los gastos y Bush haya pedido a sus aliados que paguen una parte de la factura, llega en un momento en que el Pentágono había comenzado a reducir sus presupuestos militares, a fin de rebajarlos en un 2% hasta 1997.

El presupuesto de Bush para Defensa era este año de 304,6 millones de dólares, y existen dudas en saber de dónde saldrán los 11.300 millones de la operación del golfo Pérsico.

La Cámara de Representantes discutirá el próximo martes el presupuesto de Defensa para 1991. Los lobbies que representan a las empresas de armamento han comenzado a mover ya sus hilos en el Capitolio.

Cheney, por citar un solo ejemplo, ha suspendido sus órdenes de desmantelar la segunda brigada de la Segunda División Armada de Fort Hood (Tejas). De licenciar a 1.500 hombres se ha pasado a su movilización.