Aquellos que en su día fueron 'hippies'

Tres años después de su implacable La jauría humana, Arthur Penn nos reflejaba la alternativa para una sociedad americana consumida en la hipocresía, el racismo y la crueldad extrema: El restaurante de Alicia, el elogio de la comunidad hippy a través de la figura emblemática de Arlo Guthrie, cantante country hijo del legendario Woody Guthrie, interpretándose a sí mismo.La película lleva su fecha marcada al rojo vivo. Nadie puede dudar de las buenas intenciones de Penn en su retrato, pero lo que en su día poseía fuerza combativa, reflexión social y sentido ideológico, hoy tiene, valor testimonial al margen, el perfume de la nostalgia, con toda su correspondiente pérdida de atributos nutritivos. Han encallecido sus puños. Se han ablandado sus proclamas. Y sus ideas, o ideales, han pasado a mejor vida.

Otra estampa de época, ésta nuestra y únicamente nuestra es El virgo de Visenteta, la nueva unión, tras la célebre La lozana andaluza, del director Vicente Escrivá y la actriz María Rosa Omaggio, un típico producto de nuestra apertura con una trama que es un despropósito digno de Guinness: la historia de una chica de bellas carnes a quien celestiales almas preservan su virginidad.