La familia Corella, satisfecha con la resolución judicial

Consuelo, Candela, Lourdes e Inmaculada Corella, las cuatro hermanas del Nani, mostraron ayer su satisfacción por la condena de los tres principales implicados en la desaparición de Santiago. Todas ellas se reunieron ayer por la mañana en el domicilio familiar -el mismo en el que se iniciaron los hechos sobre los que ahora se ha sentenciado- para escuchar por radio la lectura de la resolución judicial.

La satisfacción familiar no ocultó el deseo de que el caso no acabe con esta sentencia y se llegue hasta el final del asunto. En reiteradas ocasiones, Consuelo Corella, que siempre ha llevado la iniciativa en la familia, ha señalado que "con el juicio no acaba el caso". "Este asunto terminará el día en que los restos de mi hermano aparezcan", ha repetido multitud de veces la mayor de las hermanas.

La familia pretende dar hoy una conferencia de prensa donde expondrá previsiblemente este planteamiento y las futuras actuaciones judiciales, como puede ser recurrir la absolución de los otros cuatro agentes que han comparecido en el banquillo de los acusados. En similar sentido se expresó ayer el abogado de la familia, José Antonio Sanz Grassa, quien manifestó que "la desaparición de Corella no se puede olvidar con tres condenas".

Celebrar el fallo

Las hermanas abandonaron ayer el domicilio familiar, tras enterarse de la resolución judicial, con la intención de reunirse con Soledad Montero, mujer del Nani, para celebrar el fallo judicial, dictado por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid.Consuelo, Candela, Lourdes e Inmaculada Corella dejaron al cuidado del teléfono familiar a una vecina para atender las innumerables llamadas que ayer recibieron. Esta vecina señaló que "habían recibido con agrado la sentencia".

Las hermanas de Santiago Corella, que han acudido prácticamente sin falta a todas las sesiones del juicio, han pasado por diversos estados de ánimo a lo largo de la vista oral del caso. Los momentos más duros fueron cuando el testigo Luis Miguel Rodríguez Pueyo, compinche del estafador Jaime Messía Figueroa, manifestó que el cadáver del Nani fue arrojado a un pantano. Los traslados verbales de los supuestos restos de Corella provocaron las lágrimas en más de una hermana a lo largo del juicio.