La Haya, mansión del 'jazz'

La inteligente pianista Jessica Williams, en la contraportada de uno de sus discos, añade una nueva definición del jazz a la larga y pintoresca serie que de él han hecho los músicos. Afirma Jessica Williams que el jazz es para ella una especie de casa, una mansión en la que conviven todos los que han creado y siguen creando esta música. Pues bien, los días 8, 9 y 10 de julio, la idea de Jessica Williams se hará realidad en la ciudad holandesa de La Haya, cuyo Palacio de Congresos quedará transformado en la gran mansión europea del jazz.

En 13 auditorios distintos, y sumando un total de casi 270 horas de música, circularán por La Haya más de 40.000 aficionados y actuarán más de 1.000 artistas en una nueva edición del Festival de Jazz del Mar del Norte.Decimos el festival y tendríamos que decir los festivales. El jazz se presenta en La Haya rodeado de muchas otras músicas. El festival de jazz de La Haya es también un festival de blues, de gospel, de soul, de salsa, de música brasileña y hasta de rock, pues actúa también gente como Van Morrison. Como simultáneamente se celebran muchos conciertos, cada asistente puede organizarse el festival que quiera.

Lo mismo sucede con el jazz. A diferencia de otros festivales, no hay en La Haya orientación estilística en ningún sentido, o más bien la hay en todos. El aficionado, seleccionando entre los conciertos, es quien determina esa orientación y quien decide si escuchará un festival de vanguardia, de jazz tradicional, de swing, de fusión o de bebop de varias generaciones: la de Dizzy Gillespie y Art Blakey; la de Horace Silver y Donald Byrd; las de Chico Freeman y Michel Petrucciani.

Y, dentro de los estilos, también para elegir. Este es uno de los grandes alicientes del Festival de La Haya. La lista de primeras figuras es larga: Miles Davis, Oscar Peterson, Ray Charles, Lionel Hampton, James Brown, Stéphane Grappelli, David Samborn, Gerry Mulligan, Herbie Hancock, el Modern. Jazz Quartet.

Un negro albino

Pero al lado de estos grandes nombres también tienen sitio, igual que en el corazón del aficionado de verdad, músicos formidables, aunque quizá menos conocidos: las cantantes Shirley Hom y Judy Roberts; Red Rodney, que se fingió negro albino para tocar junto a Charlie Parker; Plas Johnson, que ilustró sinuosamente las evoluciones de la Pantera Rosa; el bravísimo tenor Red Holloway, que también estará en Vitoria; y además Red Tyler, Buddy Collette, Flip Phillips, J. R. Montrose y la magistral Vi Redd. Y así, hasta mil músicos. Sin olvidar a Lester Bowie, que no puede faltar a ningún festival y a éste, como después al de San Sebastián, traerá su abigarrada Brass Fantasy, una especie de versión negra y testimonial de la Banda del Empastre.