El testigo asegura que el cadáver de Corella reposa en un pantano de Jaén

J. J. E. / J. R. Luis Miguel Rodríguez Pueyo testificó ayer que, según Messía Figueroa, el cadáver de Santiago Corella fue sacado por la puerta principal de las dependencias policiales de la Puerta del Sol entre el aristócrata y los inspectores José Antonio Bédmar Vallesca y Victoriano Gutiérrez Lobo. El cuerpo, según el declarante, fue transportado a un Range Rover propiedad del aristócrata -vehículo al que éste conocía como la bestia- para su traslado a la finca Campo Alto, propiedad de Jaime Messía y de dos de sus hermanos en la localidad cordobesa de El Vacar.

Sólo uno de los dos inspectores citados -que Pueyo no pudo concretar- acompañaba a Messía según petición expresa de éste. Sin embargo, siempre según el testigo, el aristócrata reflexionó y, a medio camino, decidió hacer noche y arrojar el cadáver al día siguiente al pantano de Guadalén.

Este pantano, inaugurado por Francisco Franco en 1954, dista unos 22 kilómetros de la carretera Madrid-Córdoba a la altura de La Carolina. De aguas turbias, el pantano, situado en el término municipal de Vilches -a 60 kilómetros de Jaén- tiene una capacidad máxima de 175 hectómetros cúbicos y una profundidad en su lugar más hondo de 65 metros, según informa José Luis Rodríguez.

Fuentes oficiales de la Dirección General de la Policía, dependiente del Ministerio del Interior, no quisieron manifestarse ayer sobre el testimonio prestado por Rod.ríguez Pueyo y señalaron que cualquier investigación en dicho pantano depende de la decisión que tome la autoridad judicial competente. La Sala cuarta de la Audiencia Provincial, que juzga la desaparición del Nani no se pronunció ayer sobre las posibles medidas que pueda tomar al respecto.

Rodríguez Pueyo aseguró, en otro momento, que Messía daba por supuesto que las firmas de Corella que aparecen en las diligencias policiales fueron falsificadas. Según Pueyo, Messía agregó: "Si las hubiera hecho yo, estarían mucho mejor hechas".