Detenida la presunta agresora de la joven que murió tras sufrir un ataque con ácido

Inmaculada González Camacho, de 24 años, fue detenida el domingo en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) como presunta responsable de la muerte de una azafata de congresos, que falleció el pasado 1 de diciembre en Barcelona al ser rociada con un ácido en la cara, según informó un portavoz policial. El supuesto inductor del crimen, Ricardo Pérez Llobet, de 34 años, continúa en paradero desconocido, según la misma fuente.

Inmaculada González Camacho fue detenida en la calle de la Providencia de Sant Boi cuando, al parecer, salía del domicilio de una de sus tías, en el que había sido localizada por la policía.Las fuentes informantes eludieron precisar cuándo había sido localizada la joven, aunque señalaron que la detención se había demorado un tiempo con el fin de localizar también a Ricardo Pérez. La supuesta autora del crimen, que ya había sido identificada hace tiempo, se había ausentado de Barcelona, hecho que también retrasé su detención. La víctima, María Victoria Bara Labarta, de 26 años, falleció en el hospital Clínico, dos horas después de ser agredida. Los hechos sucedieron hacia las 21.00 horas del martes 1 de diciembre, frente al domicilio de la joven fallecida.

Cuando María Victoria salía del edificio, otra mujer se le acercó y le arrojó ácido fluorhídrico a la cara. La agresora, una mujer alta, ataviada con un grueso suéter y gorro, según los testigos, fue identificada como Inmaculada González. Un portavoz policial señaló ayer que, al parecer, Inmaculada González agredió a María Victoria movida por los celos e inducida por Ricardo Pérez, que le habría prometido casarse con ella.

Instantes después de sufrir la agresión, la víctima fue socorrida por un amigo, Francisco Segarra, que también resultó herido por el ácido. Ambos fueron trasladados al hospital Clínico, donde la joven falleció por "inhibición a causa del shock nervioso producido por el dolor", según el parte médico. María Victoria Barta trabajaba ocasionalmente como azafata de congresos para la empresa Servis Complet, SA, radicada en Barcelona.

Vicente González, de 55 años, y su esposa, padres de Inmaculada, no habían sido informados anoche de la detención y desconocían el paradero de su hija.