Los ministros de los 'doce' intentan reducir los gastos agricolas

Los ministros de Agricultura de los doce reanudaron ayer en la capital belga, después de cuatro días de interrupción, su maratoniana negociación sobre la reduccilión del gasto agrícola, de cuyo resultado dependerá en buena medida el éxito de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea (CE) convocada la semana próxima en Copenhague.Las posibilidades de alcanzar un acuerdo antes de la reunión de los líderes en Dinamarca son, sin embargo, escasas, en cipinión de los responsables de la Europa verde que discuten de la introducción de los llamados estabilizadores, un mecanismo que provocaría una reducción automática de los precios de hasta un 15% en 1989 a partir del momento en que la producción agrícola rebase ciertos límites.

A grandes rasgos, Holanda y más aún el Reino Unido son los más arduos partidarios de este sistema, y este último país condiciona incluso su visto bueno al aumento de los recursos financieros de la CE -el principal tema del orden del día en Copenhague- a la adopción previa de los estabilizadores que deberán originar una disminución del gasto agrícola, que absorbe actualmente los dos tercios del presupuesto comunitario.

Aunque no llegan a oponerse a su instauración, las capitales más reacias al nuevo mecanismo son Bonn y París, que intentan edulcorarlo para que su aplicación sea menos rígida y no provoque una fuerte disminución del poder adquisitivo de sus campesinos, sobre todo en período electoral, como es ahora el caso que atraviesa Francia, donde al año próximo tendrán lugar los comicios presidenciales.

El actual Consejo de Ministros de Agricultura, en el que España está representada por Carlos Romero, durará, en el mejor de los casos, hasta mediados de la presente semana, y si persiste el desacuerdo, el polémico tema de los estabilizadores será también inscrito en la agenda de la cumbre con el propósito de lograr que los líderes europeos alcancen un acuerdo político que desbloquee la interminable negociación técnica en la que sus ministros están empantanados.