Una vuelta por el Rialto
Lliure, 11 de noviembre.
De los 26 personajes con nombres y apellidos tan sólo restan 12 sobre el escenario del Lliure. Han desaparecido: el cardenal Daccio Valor¡, comisario apostólico; Maurizio, canciller de los Otto di Guardia, la policía política; Giuliano Salviati; Tomasso Strozzi, el hijo de Filippo; Roberto Corsini, el gobernador de la fortaleza; Palla Ruccellai, Alamanno Salviati y Francesco Pazzi, señores republicanos; Bindo Altoviti, tío de Lorenzo; el burgués Venturi; el espadachín Scoronconcolo y Luisa Strozzi, hija de Filippo. Amén de una interminable lista de comparsas. Menuda escabechina. Lluís Pasqual y Guillem-Jordi Graells se han ganado a pulso el derecho a figurar en la cofradía de los grandes tripatouilleurs del célebre drama de Alfred de Musset, junto a Armand d'Artois, Gaston Baty, Otomar Krejka, Franco Zeffirelli y Daniel Mesguich, entre otros.
Lorenzaccio, Lorenzaccio
Texto: Alfred de Musset y Guillem-Jordi Graells. Dramaturgia: Lluís Pasqual y Guillem-Jordi Graells. Intérpretes: Jordi Bosch, Alex Casanovas, Lluís Homar, Josep Linuese, Anna Lizaran, Francesc Lucchetti, Ramón Madaula, Joan Miralles, Juanjo Puigcorbé, Carlota Soldevila, Jaume Valls y Emma Vilarasau. Escenografía y vestuario: Fabiá Puigserver. Dirección: Lluís Pasqual. Teatre
Pero el que avisa no es traidor, y Pasqual y Graells juegan limpio, empezando por el título. Su Lorenzaccio, Lorenzaccio -aproximación al Playing Lorenzaccio británico- es un pretexto antes que un montaje acabado, una propuesta en torno al tema y al mito de Lorenzaccio; es decir, de Lorenzo de Medicis, el personaje que da título a la obra.
Intriga esencial
La intriga se reduce a lo esencial; se sacrifican una serie de personajes, se alteran identidades y hechos (Filippo Strozzi pierde su paternidad para convertirse en el hermano mayor y jefe del clan familiar, y el asesinato de su hija -ahora hermana- Luisa es sustituido por el de su hijo -hermano- Leone, prior de Capua; el pintor Tebaldeo Freccia colabora, en lugar del espadachín Scoronconcolo, en los preparativos del magnicidio), y el lenguaje, todo y reteniendo "el profundo romanticismo en el concepto, però evitant", al decir de los adaptadores, "I'allunyament retòric de l'expressió", sufre una carnicería, "au gran dam du merveilleux phrasé de Musset", como diría Anne Ubersfeld.La opción de Pasqual y Graells deja, pues, de lado el tema político de la obra: la lucha por la recuperación de las libertades florentinas, por la independencia de Florencia frente al Papa (Paulo III, de la familia Farnese) y al emperador (Carlos V). Tema principal, y candente, en el momento en que De Musset escribe su obra (1833), el cual se sirve de la Storia fiorentina, de Varchi, para describir el clima de abierta oposición que acosa en Francia a la monarquía de LuisFelipe, surgida de las jornadas revolucionarias de 1830.
Con todo, el tema sigue ahí, en la intriga, sin poner el acento en el mismo; pero tampoco sin llegar a los extremos de Armand d'Artois, el cual no dudó en cargarse olímpicamente la figura del cardenal Cibo. Sólo pondría un reparo a la dramaturgia de Pasqual y Graells. Y es que, al sacrificar la paternidad de Filippo Strozzi y la presencia de otros venerables patricios florentinos, jefes de sus respectivas familias, desaparece no sólo la más que posible relación de paternidad, con todo lo que ésta acarrea (ubi pater, ibi patria), entre Lorenzaccio y Filippo, sino también el enfrentamiento de la juventud florentina (we are Florence, we are the children) con la gerontocracia del popolo grasso, aspectos ambos muy reveladores para aproximarse al personaje de Lorenzaccio.
Lorenzaccio es, ante todo, un personaje, un rôIe titre, uno de los más codiciados del repertorio francés -"notre Hamlet français", como dice Baty- y universal. Así, pues, lo primero que se necesita para poner en pie esa obra es un actor, un gran actor, de unas determinadas características. Juanjo Puigcorbé es, ni más ni menos, ese gran actor. Y para mayor regocijo, su Lorenzaccio supone el encuentro, tan esperado, entre Puigcorbé y el director Lluís Pasqual.
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