Ambiente vendedor con pocas excepciones

El espacio abierto por la ausencia de compradores ha sido rápidamente ocupado por las partidas vendedoras, que esta vez sí han reaccionado ante la situación creada en los mercados de valores. La mayoría de los sectores han registrado caídas importantes, aunque entre los valores industriales se dieron algunas recuperaciones. Como cada vez que el ambiente negativo se apodera de la bolsa, los rumores han hecho acto de presencia tratando de cortar, o de frenar, la corriente vendedora. En esta ocasión se intentaba adelantar la publicación del IPC de septiembre, pasándose de la simple confianza en que va a ser bueno a las cifras concretas, situándolas en torno al 0,5%.La diferencia más notable de este recorte con los anteriores es que la mayoría de la barandilla se encuentra atrapada en las cotizaciones del viernes pasado. Algunas salidas con pérdidas han sido la primera reacción, aunque al mismo tiempo se están aprovechando las escasas ocasiones que brinda el mercado para tratar de enjugar las bajas. Los valores industriales son los que mejor se prestan para conseguir reacciones rápidas, y fue en ellos en los que se centró casi todo el esfuerzo.

Las eléctricas pagaron las consecuencias de ser las primeras en cotizar, con un papel dispuesto a retirarse a la menor muestra de presencia de dinero, cosa que no sucedió hasta que la sesión había concluido y, aún así, con un tono muy selectivo. La expectación se centraba en los valores bancarios, artífices de esta última subida y en los que el mercado tiene cifradas expectativas de mejora. Pronto se supo que el papel seguía insistiendo en ellos.

El giro que se dio en el corro de petróleos sirvió de aliciente para conseguir un cierre más discreto que, si no alejó los temores, sí sirvió para indicar qué sectores cuentan con el apoyo del corto plazo.