La huelga general contra Pinochet se transforma en la mayor protesta de 1987

La huelga general contra el régimen militar chileno realizada el miércoles se convirtió en la mayor manifestación de protesta de 1987, pese a que no cumplió plenamente su objetivo de paralizar el país. La jornada, convocada por el Comando Nacional de Trabajadores (CNT, principal sindicato opositor), terminó con dos muertos: un niño de dos años, víctima de un disparo, y un joven de 21 años, que recibió un tiro en la cabeza. Hubo además una docena de heridos y 520 detenidos. "Hemos producido un hecho importante, tras un año en el que no hubo movilización social", dijo Manuel Bustos, líder del CNT.

Pese a que los sindicatos más importantes no atendieron la consigna de paro, hubo un masivo respaldo a la, huelga por parte del transporte, los trabajadores industriales y los estudiantes. El comercio cerró sus puertas a media tarde, hora en que la anormalidad era casi total en una ciudad con su centro desolado. En los suburbios, rodeados por soldados y policías, se extendían al caer la noche las barricadas con neumáticos incendiados y las manifestaciones callejeras.En Peñalolén, un suburbio obrero en la precordillera santiaguina, el niño Felipe Antonio Gutiérrez, de dos años, murió tras recibir un disparo en el abdomen mientras estaba con sus padres. La bala, disparada por un fusil de combate, abatió al niño mientras en el sector se oían tiroteos. Pese a que en las cercanías numerosos carabineros reprimían a manifestantes, la policía dijo que el niño murió durante un tiroteo con "individuos no identificados". El padre del menor declaró llorando que su familia no participaba en la protesta. Jorge Guzmán Urrutia, de 21 años, que había recibido en Santiago un tiro en el cráneo, murió ayer a consecuencia del disparo.

En La Florida, en la zona sur de Santiago, dos civiles fueron heridos de bala cuando la policía reprimió a unos manifestantes parapetados detrás de barricadas. En el sector de San Miguel, también en el sur de la capital, un oficial de la policía recibió un disparo en la espalda. En las barriadas de La Bandera y La Victoria, grupos de francotiradores atacaron a balazos a helicópteros y patrullas de carabineros. Durante la violenta jornada, una docena de autobuses fueron quemados y se registró un número similar de atentados con explosivos.

Un balance del CNT informó de la paralización en 78 industrias y atrasos masivos en otras 248, un 80% de absentismo escolar y una disminución significativa en los autobuses. El Gobierno chileno presentó ayer querella judicial contra la directiva del CNT y contra dirigentes de Izquierda Unida por haber promovido la huelga. El alcance de la protesta del miércoles sorprendió a los partidos de centro, que, escépticos ante la convocatoria, se sumaron a ésta en el último momento.