Antijudíos

Leo diariamente dos periódicos: EL PAÍS y el International Herald Tribune. Este último me sirve de relativo sedante. No sólo por sus inteligentes crucigramas, también porque siempre que aborda temas polémicos tiene la elemental buena fe de contraponer testimonios frontalmente diferentes. A falta de objetividad, hay al menos una pluralidad de subjetividades.En el proceso, si bien se sufre la ideología dominante, se cuenta con que en algún lugar, por ejemplo, los vividores de la muerte aparezcan como tales, llámense OLP, ETA o contra.

No puedo esperar lo mismo de EL PAÍS. La andanada de artículos uniformemente antijudíos aparecidos en las últimas dos semanas sin ninguna opción a la réplica constituyen una modalidad de polución informativa de la más alta toxicidad.

Para colmo, se insinúa una operación de pinzas. Por un lado, el señor Goytisolo se indigna de que se divulgue la ecuación OLP=terrorismo. Mientras tanto, en los Sucesos se informa que el acusado de un intento de matanza en Barajas, para quien el fiscal pide 190 años, pertenece a Al Fatah, de modo que el lector tan cuidadosamente desorientado no se entere de que se trata del núcleo central de la OLP.- Eduardo Jaime Joselevich.