La industria bélica de EE UU prefiere que no haya acuerdo sobre desarme
Las perspectivas de un acuerdo entre las dos superpotencias para la reducción de armas nucleares inquieta a la industria de armamento de Estados Unidos, que considera que una reducción del 50% en los sistemas de misiles ofensivos supondrá una pérdida para este sector de miles de millones de dólares.Los representantes del sector, entre los que se encuentran numerosos contratistas del Pentágono, temen que un acuerdo de este tipo pueda poner fin a la investigación y desarrollo experimental de las siguientes armas: el proyectil balístico móvil Midgetman, de las industrias Boeing y Martin Marietta; el nuevo misil Trident D5, con múltiples cabezas nucleares y colocados en submarinos atómicos, de la Lockheed; los submarinos nucleares de la clase Ohio, de la General Dynamics, y los bombarderos Invisibles, de la Northrop.
Por ejemplo, el presupuesto estimado para el desarrollo del misil Midgetman alcanza los 40.000 millones de dólares (unos 6,4 billones de pesetas) y el del avión de combate que evita su detección por radar es de unos 20.000 millones de dólares. El Departamento de Defensa norteamericano dedicó a la investigación de futuras armas nucleares en 1984 unos 130.000 millones de dólares, y ello supuso puestos de trabajo para seis millones y medio de personas. El rearme previsto por la Administración de Reagan, de seguir como hasta ahora, supondrá que para 1987 uno de cada 10 trabajadores norteamericanos estará empleado en la industria de defensa.
Las principales industrias de defensa en Estados Unidos son la General Dynamics, la McDonnell Douglas, RockweIl International, General Electric, Boeing, Lockheed, United Technologies, Tenneco, Hughes Aircraft y Raytheon.
En estos programas no se incluye el volumen de negocios que puede proporcionar en el futuro el proyecto conocido como Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) o guerra de las galaxias, para el que, de momento, el Pentágono ha dedicado 2.000 millones de dólares y para el que están previstos otros 26.000 millones en los próximos cinco años sólo por lo que se refiere a la investigación.
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