Intercambio de emisarios entre Egipto e Israel

Una intensa actividad diplomática se desarrolló ayer entre Jerusalén y El Cairo con la visita a la Ciudad Santa de un emisario del presidente egipcio, Hosni Mubarak, mientras este último recibía en su domicilio cairota al ministro israelí de Energía, Moisés Shahal.

Tanto el encuentro nocturno de cuatro horas de duración entre Usama El Baz, jefe del gabinete político de Mubarak, y el primer ministro israelí, Simón Peres, como la entrevista del presidente de Egipto con el ministro laborista de Energía giraron en torno a las últimas propuestas del jefe de Estado egipcio para desbloquear el punto muerto de Oriente Próximo y las relaciones bilaterales entre ambos países.En unas declaraciones efectuadas al diario The New York Times y reiteradas después a un reducido grupo de periodistas acreditados en El Cairo, Mubarak propuso entablar negociaciones directas en Egipto o EE UU, entre Israel y una delegación jordano-palestina, cuyas conclusiones pueden, tal vez, recibir posteriormente una solemne aprobación internacional en el marco de una conferencia patrocinada por las Naciones Unidas y en la que puede participar la URSS.

Los interlocutores de El Baz en Jerusalén se pueden haber mostrado favorables a la apertura de conversaciones directas con una delegación común y en un terreno neutral -que podría ser, efectivamente, Egipto o EE UU-, según opinan los observadores.

Subsiste, no obstante, el escollo de la composición de la delegación común en la que Peres acepta la inclusión de "personalidades palestinas ( ... ) a condición de que no pertenezcan a la OLP".

Tras recalcar que "los miembros de la OLP no son extremistas como lo pretenden los israelíes, sino muy moderados", el presidente egipcio ha insistido, por su parte, en que los árabes deberían estar representados en la negociación por jordanos y "palestinos moderados".

Sólo un ministro israelí, Ezer Weizman, mantuvo hasta ahora una postura algo más flexible que la de Peres, al sostener por televisión que no había que descartar la asistencia a la negociación de personalidades palestinas "identificadas con la OLP".

Un segundo mensajero

El jefe del gabinete de Mubarak abandonó Israel ayer por la mañana por carretera, pero no por eso el diálogo egipcio-israelí quedó interrumpido. A primera hora de la tarde, Peres recibió a un segundo emisario egipcio, Abdel Halim Bedaui, diplomático que encabezó la delegación de su país en las conversaciones con el Estado judío sobre el enclave de Taba, cuya soberanía reivindica Egipto.Aunque la iniciativa de Mubarak comporta más concesiones a las posturas de Israel y EE UU que el acuerdo firmado el 11 de febrero en Aminan por el rey Hussein y Yasir Arafat, los observadores descartan que el jefe de Estado egipcio haya actuado sin el consentimiento del monarca hachemí, con el que se entrevistó tres veces desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas capitales y al que acogerá nuevamente el 6 de marzo, 48 horas antes de viajar a Washington.

El silencio del soberano es interpretado en El Cairo como un visto bueno implícito al plan Mubarak, cuyo éxito dependen no sólo de la aceptación israelí, sino de la aprobación de la resistencia palestina, cuyo máximo líder observa un cauto mutismo.