La huelga por el 'centro espía' de Cheltenham dejó a Londres sin periódicos

Los diarios londinenses no salieron ayer a la calle como culminación de la minihuelga general convocada el pasado martes por el Congreso de las Trade Unions (TUC) en protesta por la prohibición de que los funcionarios del centro espía de Cheltenham sean miembros de los sindicatos.Los sindicatos parecen decididos a convertir el caso Cheltenham en un pulso con el Gobierno y en un test de la capacidad de las organizaciones sindicales para obligar a la primera ministra, Margaret Thatcher, a flexibilizar su posición global frente a los sindicatos. Sin embargo, la minihuelga, pese a su notable éxito, no ha inmutado a Thatcher, que reiteró su negativa a negociar.

La ausencia de diarios cogió por sorpresa a los londinenes, porque en teoría la huelga estaba convocada sólo para esta jornada. El sindicato de Prensa decidió, sin embargo, iniciar su protesta precisamente cuando los periódicos comenzaban el proceso de impresión. La Asociación de Editores anunció inmediatamente que demandará ante los tribunales a los sindicatos. Las huelgas de solidaridad están prohibidas por las leyes británicas.

El Congreso de las Trade Unions está convencido de que la batalla no ha hecho mas que empezar. Para ayudar a los funcionarios de Cheltenham que no quieren renunciar a sus derechos sindicales ni aceptar un traslado, el TUC ha aumentado en cinco peniques la cotización de todos sus miembros para crear un fondo especial de huelga.

El punto clave será, sin embargo, el número de funcionarios que se mantiene en sus trece: el ministro de Trabajo, Tom King, aseguró que el 80% de los 7.000 trabajadores del centro había enviado ya una carta de aceptación de 1.000 libras (unas 220.000 pesetas) a cambio de su derecho a sindicarse, pero un 20% de rebeldes es una cifra demasiado alta.