Se recuperó la tendencia alcista

Terminó la semana bursátil, y con ella prácticamente el mes de enero, con unas reuniones en las que el mercado consiguió mantener su tono aceptablemente bueno, contando para ello con la ayuda inestimable del grupo bancario, y actuando como ocasional estrella invitada el sector de inversión mobiliaria, cuyo índice particular registraba en el mercado madrileño un avance de casi dos puntos.En cualquier caso fueron las buenas condiciones del propio mercado, y en especial la resistencia a la baja de algunos de los más importantes valores que se vienen contratando a diario, las que posibilitaron el nuevo repunte alcista de la totalidad de los indicadores generales de las bolsas españolas.

El estímulo a favor de los mercados convencionales de acciones que constituye el nuevo tratamiento fiscal a aplicar a activos financieros directamente competidores de la bolsa en su concepto clásico, están representando un pozo de inusitadas posibilidades para la evolución de los precios de los tradicionales.

De esta forma, continúa sorprendiendo un tanto la fortaleza del grupo eléctrico que se manifiesta capaz de asumir partidas vendedoras impensadas hace unos pocos meses, sin que sus precios se resistan en exceso por ello. Incluso se pueden apreciar algunos comportamientos calificables cuando menos de curiosos como es el del Iberduero, dentro de este mismo sector, que ayer ya superó, en cuanto al precio de sus acciones, a Hidrola, a pesar de que en el ejercicio pasado esta última sociedad satisfizo a sus accionista un dividendo superior al de Iberduero. No obstante, parece como si alguno de los grandes inversores hubiese decidido apostar por el kilovatio eléctrico y, de éstos, Iberduero produce bastantes, en contra de las compañías con una mayor participación en sus estructuras productivas de las centrales térmicas convencionales o incluso de las nucleares. En cualquier caso, falta por saber las repercusiones que tendrá entre los inversores la confirmación de que los responsables de esta compañía, tras un ejercicio absolutamente austero, pueden lanzarse hacia los mercados internacionales en busca de nueva financiación.

Por su parte, el sector bancario es quien realmente se está encargando de soportar las mejoras genéricas bursátiles. Esa mezcla de demanda real e intervención de sus propios agentes para allanar el terreno que hubieran podido llenar de trampas sus vendedores, está ofreciendo unos resultados realmente sorprendentes e incluso, para algunos, esperanzadores.

La estrella de ayer fue el Banco Popular, que tras confirmar el incremento de 20 pesetas en su dividendo con cargo a los resulta dos del ejercicio 1983, contó ayer con un saldo comprador que superaba los 20.000 títulos en el mercado madrileño. Esta cifra resultaba superada por las 34.517 acciones que como diferencia compradora ofrecía Banesto que se constituyó, con diferencia, en el valor de este sector con una demanda aparente más abultada de la reunión.

En el capítulo de actuaciones particulares mereció una atención especial por parte de los operadores el nuevo avance de Urbis, que colocaba el precio de sus títulos en el 30%, y en Petróleos, que a pesar de sus conocidas condiciones especulativas, ha venido resistiendo la tendencia bajista, y ayer se apuntaba un avance de dos nuevos enteros de la mano de una demanda cuyos orígenes se atribuyen a un par de grupos concretos no demasiados lejanos a la propia matriz del valor.