El Supremo confirma la condena por parricidio contra Neus Soldevila

La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha confirmado la pena de 28 años de reclusión impuesta a Neus Soldevila, conocida como la dulce Neus, y también las de sus hijos Juan y Luis Vila Soldevila, condenados a 10 años y un día y 11 años, respectivamente, por el asesinato de su marido y padre, Juan Vila Carbonell. Sin embargo, el Supremo ha rebajado la pena de 26 años, 8 meses y un día a 12 años y un día de reclusión a Nieves Vila Soldevila, por entender que su participación en el asesinato de su padre fue de complicidad, y no de coautoría.La sentencia señala que la ayuda prestada por Nieves Vila "carece de toda materialidad, y debe ser considerada como de simple ayuda espiritual, pues en realidad, lo único que hizo fue secundar con su actitud pasiva la acción y propósitos de los demás participes, sin que en ningún momento aparezca que se hubiera opuesto a los propósitos de los otros hermanos, pero tampoco que hubiera realizado ningún otro acto ejecutivo-activo de cooperación. Su actitud consistió en acompañarles a la habitación donde dormía su padre y presenciar indiferentemente como le daban muerte, por lo que tal conducta debe ser considerada como de complicidad y no de coautoría, por la accidentalidad e innecesariedad de la misma, sin la cual el hecho se hubiera realizado igualmente".

Refinada labor

La actuación de Neus Soldevila es calificada en la sentencia como "prolongada y refinada labor de instigación o inducción" sobre sus hijos, que queda demostrada "por haber sido ella la que sugirió la idea de deshacerse del jefe de la familia pretextando que así ésta estaría más unida y más lilbre".Neus es autora por inducción, más que autora mediata, porque, a pesar de haberse valido de su hija menor, ésta se constituyó como un instrumento doloso al conservar en parte su voluntad de albedrío aun sometida a la voluntad de la inductora o instigadora y no un instrumento inerte o totalmente inculpable

Luis y Juan Vila "aun cuando no realizaron ningún acto directamente dirigido a privar de la vida a su padre, estuvieron presentes y prestaron su asentimiento al acuerdo tomado por toda la familia de matarle, lo que si bien no es suficiente para considerarlos coautores, posteriormente realizaron actos ( ... ) que deben ser calificados como necesarios al fin perseguido".

El 28 de junio de 1981, Juan Vila Carbonell fue asesinado mientras dormía en su domicilio en Esplús (Huesca), y su familia denunció el hecho a la Guardia Civil, que detuvo a todos los ocupantes de la casa. La criada Inés carazo, confesó la existencia de un plan entre los hijos mayores del matrimonio y Neus Soldevila para deshacerse del constructor. La madre convenció a los hijos de la necesidad de matar a su padre, y Mari Sol, de 15 años, tras probar la pistola en presencia de sus hermanos, entró en el dormitorio de su padre y le disparó en la cabeza, lo que le originó la muerte.