La Policía Municipal precinta un almacén que distribuía jamones putrefactos

La Policía Municipal ha incautado, un almacén de jamones en Madrid, situado en la avenida de San Diego, en el barrio de Vallecas, tras haber localizado en una furgoneta, a la que se detuvo en un control, una partida de siete piezas putrefactas. El dueño del almacén y el encargado del local, que también dirigen una tienda de ultramarinos y una carnicería, se encuentran detenidos en espera de que el Laboratorio Municipal emita un informe oficial sobre el estado de los jamones.La localización del establecimiento, del que no consta que tenga los permisos pertinentes, partió, al parecer, de una denuncia efectuada por la Policía Nacional, que detectó una camioneta distribuyendo por a noche los jamones en mal estado, en el barrio de Chamberí. Una vez detenidos los presuntos responsables, la Policía Municipal procedió a precintar el almacén, donde se han encontrado más de 7.000 piezas, que están siendo examinados por el Laboratorio Municipal de Higiene. Los técnicos estudian también las condiciones sanitarias de una partida de quesos, decomisada por la policía en el mismo local.

Para engorde de ganado

Los jamones incautados hasta el momento son de los llamados en la jerga de los carniceros de cala o tocaos, que se suelen destinar al engorde de ganado como proteína orgánica, por no ser aptos para el consumo humano. En las siete piezas encontradas por la Policía Nacional y analizadas ya por los veterinarios municipales se ha detectado la presencia de parásitos, asi como la falta de marchamos de control sanitario en tres de ellos.Los dos detenidos se encuentran en la comisaría del barrio madrileño de Chamberí en espera de pasar al juez, una vez de que se haya terminado el informe definitivo que tendrá que elaborar el Laboratorio sobre un muestreo de los 7.000jamones localizados en el almacén. Se trata de la segunda ocasión en que se localizan en Madrid gran cantidad de jamones serranos no aptos para el consumo. La anterior operación desembocó en la clausura de otro almacén, que distribuía el embutido en mal estado mediante vendedores ambulantes, la detención de los dos presuntos responsables, y la apertura de un expediente a dos veterinarios municipales.