Yasir Arafat está convencido de que el Parlamento palestino, reunido en Argel, dará luz verde a su línea moderada

Al término de una delicada maniobra de procedimiento, consistente en haber logrado incluir en el Consejo Nacional Palestino (CNP) a veintitrés responsables militares del Al Fath, el presidente del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, parece gozar de una aplastante mayoría al concluir el debate y pasar a la discusión de las resoluciones que pondrán término, la semana próxima, a la 16ª sesión del Parlamento palestino en el exilio, reunido en Argel.

A pesar de contar, nominalmente, con una mayoría de delegados en favor de su línea moderada, Arafat fue objeto, anoche, de duros ataques por parte del dirigente de la formación marxista Frente Popular para la Liberación de Palestina-Mando General (FPLP-MG), Ahmed Jibril, considerado como uno de los líderes más radicales, ligado estrechamente a Siria y partidario de un estrechamiento de lazos entre la URSS y la OLP.Al iniciar su discurso, una parte de los parlamentarios, sin duda opuestos a la línea defendida por Jibril, abandonó ostentosamente la sala del Club de Pins, para regresar solamente al fin de las palabras del líder del FPLP-MG. Jibril y Arafat se abrazaron entonces, en medio del crepitar de los flashes de los fotógrafos y los ruidosos aplausos de la asistencia, a pesar de lo cual, en un discurso posterior del número dos de Al Fath y confidente de Arafat, Abu Iyad, se condenaron muchos de los postulados extremistas de Jibril.

Las interrupciones de alguno delegados durante la intervención de Jibril se han presentado aquí como una muestra suplementaria del carácter democrático y abierto de los debates. Lo cierto es que, en presencia de observadores diplomáticos y periodistas, los parlamentarios y dirigentes palestinos no vacilan en enzarzarse en ásperas críticas, casi nunca de origen personal, a propósito de la oportunidad de aceptar o no el plan de paz elaborado por la Liga Arabe en Fez, el mandato a Jordania para que negocie la autonomía en Gaza y Cisjordania, la futura confederación palestino-jordana, y las propuestas de paz de EE UU.

Ningún aplauso

Antes de Jibril y Abu Iyad habían intervenido George Habache, que encabeza el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), Nayef Hawameth, del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) y los jefes aliados de Damasco Abu Chala e Isam al Kadi.Ninguno fue aplaudido por Arafat, y cuando Habache denunció el carácter reaccionario de los regímenes árabes del golfo Pérsico y preconizó el derrocamiento de la monarquía de Orrián, el máximo líder palestino le interrumpió para recordarle que ese país era miembro de la Liga Arabe y "no debía ser insultado".

Jibril, todavía más duro, calificó el plan de paz de la Liga Arabe de "plan de Estados Unidos" y atacó al rey Hussein de Jordania y al secretario general de la Organización Pariarabe, Chedli Klibi, lo que le valdría otra interrupción de Arafat, sostenida por el presidente del CNP, Jaled el Fahum, para "que evitara citar nombres de personas en sus críticas...".

Respondiéndole, el dirigente de Al Fath, Abu Iyad, dijo que respetaba el apoyo de Siria a la OLP, pero condenaba su actitud durante el asedio de Beirut. "No estoy en contra de la unión con Siria", subrayó, "pero habría que preguntarse si Damasco nos acepta como somos, con independencia, si acepta poner su petróleo al lado de nuestro combate".