La democracia peruana prevalecerá sobre el terrorismo, según Ulloa
El primer ministro peruano, Manuel Ulloa, ha subrayado, tras anunciar la instauración del estado de excepción en las provincias de Lima y el Callao, que el régimen democrático sigue firme en el país a pesar de la ofensiva terrorista -al parecer protagonizada por el grupo maoísta Sendero Luminoso- de la noche del jueves, que dejó sin luz durante hora y media a unos nueve millones de personas. Ya se han practicado más de un millar de detenciones.El estado de excepción, que durará sesenta días, tiene por objeto, según Ulloa, "destruir el movimiento terrorista en el país". "El sistema democrático no está en peligro", dice el primer ministro, "la democracia está más fuerte que nunca, porque el Gobierno cuenta con el respaldo ráayoritario del pueblo peruano". Según Ulloa la violencia que padece Perú "trata de crear zozobra, interrumpir el desarrollo económico y destruir la riqueza nacional"
El ministro del Interior, José Oagliardi, ha anunciado en televisión que se va a reunir con las autoridades de lima y Callao y con las fuerzas policiales para coordinar la estrategia a seguir en la lucha contra el terrorismo. El apagón, producido por la voladura de cuatro torres de alta tensión, fue seguido de saqueos, incendios y colocación de bombas, de las que sólo algunas estallaron pues los equipos policiales de desactivación de explosivos entraron en acción rápidamente. Gagliardi ha manifestado que la acción terrorista -la más violenta emprendida contra la capital en los dos años de existencia de este tipo de actividades- fue síncronizada, ya que al desaparecer la luz se inició el ataque a los Minísterios de Asuntos Exteriores, donde fueron esactivadas varias bombas, Hacienda, Industria y Turismo y Vivienda. Contra el palacio de Jusücia, donde se practicaron trece detenciones, fberon lanzados cócteles molotov. El ministro niega que en estas acciones se haya producido algún muerto, en contra de algunas informaciones de la Prensa que hablaban de la muerte de dos presuntos terroristas.
La implantación del estado de excepción en Lima y Callao supone la suspensión de ciertas garantías individuales, entre ellas la inviolabilidad del domicilio, la libertad de reunión y la detención sin orden judicial.
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