Una lección del Coro Nacional de España

El IV Cielo de Música de Cámara y Polifonía concluyó con un concierto del Coro Nacional dirigido por el maestro Enrique Ribó, quien fue nombrado director titular del conjunto el pasado mes de enero. El precioso programa comprendía cinco obras vocales de Schuhert y dos de Brahms, que albergaron las correctas intervenciones solistas de los miembros del propio coro y de los pianistas mencionados en la ficha de arriba.Nueva etapa

Tan deliciosa selección del lied coral romántico sirvió para mostrar las calidades que cabe esperar de la nueva etapa del Coro Nacional, que cuenta con un director que, al margen de pequeños desajustes, buscó en todo momento la verdad musical que deriva de un fraseo justo y de una auténtica identificación con la singular expresividad de este repertorio, tan bello y exigente.

Desde el cuarteto vocal hasta el coro grande, con todos sus efectivos, pasando por la división del conjunto en dos coros menores, con o sin solistas vocales, con un piano o dos o a capella, siempre recibimos la gozosa sensación del hacer música con deleite, comprensión del estilo y entrega efusiva a los encantos melódicos de estos pentagramas. Si los Liebeslieder walzer, de Brahms, que figuraban como obra base del programa, encontraron una realización solvente, con toda justicia aplaudida, tampoco nos olvidaremos del empaste ni del lirismo de la mejor ley con que nos llegó la Canción fúnebre schubertiana sobre los versos de Klopstock.

En suma, un excelente concierto coral que viene a cerrar un ciclo heterogéneo, cuya prolongación para la próxima temporada se anuncia más ordenado y lógico. En el apartado de polifonía, el Coro Nacional se medirá, durante el ciclo 1982-1983, con la Agrupación Coral de Cámara de Pamplona, el Orfeón Donostiarra y el Coro de la ABAO.