Militares constitucionales

Leer cartas como la del capitán de ingenieros Miguel Silva Vidal te producen una gran satisfacción. Somos muchos los que hemos apostado por la democracia y no queremos que ninguna fuerza superior, con las armas en la mano, trate de salvarnos. Por supuesto que somos conscientes de las dificultades que entraña sacar adelante un país que viva en libertad, a nadie más que a los que arriamos este sistema nos duele todo lo que en él se produzca con tintes dramáticos (terrorismo, paro, inseguridad ciudadana, etcétera), pues, en resumidas cuentas, siempre pierde la democracia emprendida. Pero el capitán Silva, como en todas sus apreciaciones, vuelve a entender que peor sería cualquier intento de recabar el poder para los militares.Le prometo, capitán Silva Vidal, que nunca he creído en un Ejército mayoritariamente involucionista, pero a pesar de ello, sus pensamientos me llenan de esperanzas y buenos propósitos para España; me animan en la difícil tarea de luchar por la paz y la libertad y, por qué no decirlo, me hace sentir al Ejército un poco más mío./ .