Félix Llauge Dausa,

mago, organizador de la primera noche mágica de Vallgorguina (Barcelona), defraudó a miles de curiosos que habían acudido a esta localidad para presenciar el aquelarre y los brujos, que debían aparecer, según lo anunciado a las doce de la noche. El mago Félix dijo que el acceso de los brujos al punto de referencia, un dolmen, fue imposible debido a la gran concentración de personas. En el aquelarre, que reunió a doscientos brujos, se invocó a los espíritus y a la diosa Diana, Aradia y Abundancia para que protegiese a la familia real española, a Jordi Pujol y a Heribert Barrera. Eso sí: el aquelarre se hizo una vez que los doscientos brujos habían cenado con profusión en un restaurante del lugar.