"Guerra del vino" entre Francia e Italia

Como casi todos los años, este verano ha estallado nuevamente la guerra del vino entre Francia e Italia. Los agricultores franceses no sólo incendian camiones con fruta española, sino que también arrojan al suelo miles de litros de vino italiano, porque es demasiado barato. La diferencia estriba en que Italia es también país miembro de la Comunidad Económica Europea (CEE) y que la Comisión Europea está obligada a actuar para impedir que se viole uno de sus más sagrados principios: la libre circulación de mercancías.La futura integración de España, el más grande productor de vino de Europa, acentúa la importancia de la actual crisis. Si sólo con la presencia italiana todos los años se hunde el mercado francés, la llegada de los vinos españoles causa pavor en París. Para intentar buscar una solución a largo plazo que contemple la posible ampliación de la CEE, la comisión propondrá el próximo mes de septiembre una modificación del actual reglamento del vino que corte de una vez por todas este círculo infernal. Los comisarios van a proponer que los países productores de vino se sometan, cuando exista una buena cosecha, a una destilación obligatoria, a bajo precio. La batalla será encarnizada, porque Francia e Italia, lógicamente, deberán oponerse, mientras que Reino Unido y la República Federal de Alemania lo defenderán alegando los gastos extras que provocan las crisis periódicas.

De momento, y para paliar la guerra de este año, la Comisión propondrá al Consejo de Ministros que se amplíe la destilación excepcional -que se paga a un buen precio- desde el 15% actual al 20%, sólo para Italia.