La Prensa alemana adjudica a Beckenbauer una calificación discreta

Sólo cuatro futbolistas, entre los que actúan en la Bundesliga alemana, han merecido para la revista deportiva Kicker el calificativo de «jugador de clase mundial»: el portero del Colonia, Schumacher; el centrocampista del Bayern Munich, Paul Breitner; el delantero del Bayern, Rummenigge, y el libero austriaco del Francfort, Bruno Pezzey. Beckenbauer ha sido clasificado en la tercera de las categorias establecidas.

A pesar del buen nivel del fútbol de la RFA, se advierte una cierta penuria de figuras en la clasificación semestral de la revista Kicker, que ha reunido los dictámenes de varios expertos, con resultados discutibles en algunos casos.En la portería aparece el portero del Colonia y la selección nacional, Schumacher (veintisiete años), con la calificación de «categoría mundial», lo que parece un poco excesivo. Con «categoría internacional» figura el segundo portero de la selección y del Borussia Dortmund, Immel (veinte años) y, también extrañamente, un veterano portero, Mueller 33 años), del Bayern Munich, comprado como suplente, pero que atraviesa una especie de «tercera primavera». Los defensas laterales sólo alcanzan la calificación de «categoría internacional» tres hombres: la apisonadora del Kaiserslautern Briegel (veintiséis años), Kaltz (veintiocho años), del Hamburgo, especialista en los centros banana, en forma de parábola, pero que falla a la hora de defender, y el veterano Dietz (33 años), del Duisburgo, que hace poco perdió su puesto de titular en la selección.

Para el centro de la defensa sólo Karl Heinz Foerster (veintidós años), del Stuttgart, llega a «categoría internacional», un buen marcador que aburre al delantero centro a quien marca. Lo mismo ocurre con el puesto de libero, don de sólo Hannes (veinticuatro años), del Borussia Moenchengladbach, alcanza la nota de «categoría internacional». Hannes es un caso extraño de futbolista que sólo tiene un ojo, lo que no le impide ver bien la jugada.

En la clasificación de Kicker sólo se tienen en cuenta jugadores de la Bundesliga. El Barcelonista Schuster y el madridísta Stielike no entran en los baremos críticos de la publicación alemana.

Curiosamente, el kaiser Beckenbauer (35 años), que regresó el pasado noviembre de la Liga norteamericana para jugar en el Hamburgo, sólo aparece en el tercer escalón de Kicker, corno jugador también considerable «en un círculo más amplio».

En el centro del campo hay un «categoría mundial» indiscutible, Paul Breitner (veintinueve años), el cerebro del Bayern Munich, que ha logrado una madurez completa en su juego. Otros dos centrocampistas alcanzan la «categoría internacional»: Magath (veintisiete años), del Hamburgo, y Hansi Mueller (veintitrés años), del Stuagart. Penuria de extremos en el fútbol alemán. Sólo Rummenigge (veinticinco años), del Bayern Munich, aparece como extremo derecha de «categoría internacional». En el extremo izquierda sólo se menciona un jugador en el tercer nivel, «en un círculo más amplio», de Kicker, el delantero del Stuttgart, Algoewer (veinticuatro años), que ni siquiera es un extremo auténtico.

Un delantero centro alcanza la «categoría mundial», Dieter Hoeness (veinticinco años), del Bayern Munich, que fue el máximo goleador de la pasada Bundesliga. El segundo en la tabla de goleadores, Burgsmueller (31 años), del Borussia Dortmund, llega a «categoría internacional». Llama la atención en el puesto de delantero centro la caída del ogro Hrubesch (treinta años), del Hamburgo, que tuvo un final de Liga desgraciado, sancionado con dos meses sin jugar por un codazo a un contrario, que no vio el árbitro, pero sí las cámaras de televisión, lo que bastó para la sanción. Kicker clasifica también a los extranjeros que actúan en la Bundesliga, donde brilla con «categoría mundial» el libero austriaco del Eintracht Francfort, Pezzey (veintiséis años).

El calificativo de clase internacional lo alcanza todavía el veterano portero sueco del Kaiserslautern, Ronnie Hellstroem (32 años).