"Padre Padrone", cine de actualidad
Televisión Española se apunta hoy, a las 22.00 horas, un importante mérito con la emisión, en la primera cadena, de la película Padre padrone, de los italianos Paolo y Vittorio Taviani, con la que obtuvieron el primer premio-Palma de Oro- en el Festival de Cine de Cannes de 1977. Es muy probablemente, la primera televisión del mundo que programa esta película, exceptuada la RAI, entidad que la produjo en diseciséis milímetros.
La emisión de Padre padrone -una semana después de La conversación, de Coppola- refuerza también el intento del actual equipo directivo por ofrecer al público películas de actualidad, pese a la escasez del presupuesto para la contratación de películas, presupuesto comprometido por los anteriores directivos casi en su totalidad. Una película de cine en color le cuesta a Televisión Española alrededor del millón de pesetas, al que hay que sumar otro millón de pesetas si se trata de un largometraje no doblado al castellano.La emisora estatal ofrecerá en breve, por ejemplo, la película La bestia del reino (próxima semana), del colectivo Monthy Python, que estuvo en las carteleras madrileñas hasta hace dos meses. Antes del verano se emitirán también cuatro películas españolas que terminaron recientemente el período de cinco años para su explotación en salas comerciales: Tormento y Pim, pam, pum, fuego, de Pedro Olea; Vida conyugal sana, de Roberto Bodegas, y Tocata Y fuga de Lolita, de Antonio Drove, según datos facilitados por Gonzalo Vallejo, jefe de adquisición de programas de Televisión Española.
La programación cinematográfica perderá calidad durante los meses de verano e intentará recuperarla a finales de agosto con el ciclo Ingenuas y perversas en el cine mudo, que sucederá al de Katherine Hepburn, ciclo que será seguido de otros dedicados a Pepe Isbert y, posiblemente, al director Raoul Walsh
Padre padrone, inspirada en el libro autobiográfico de Gavino Ledda, cuenta «la historia de un pastor sardo que ha vivido en la soledad hasta los veinte años y, hasta los veinte años, analfabeto; aislado de los demás, a solas con el rebaño en la montaña, separado de la familia, de la escuela, excluido de la colectividad del pueblo. El padre, por necesidad, es el instrumento brutal de la separación. Pero el muchacho del silencio se rebela contra el padre, que es también el amo (patrón), estudia solo, llega a lograr el doctorado en lingüística y escribe el libro de su vida».
Nacidos en un pueblo campesino de Toscana (San Miniato, Vittorio, en 1929, y Paolo, en 1931), los Taviani rodaron durante tres meses en Cerdeña y estudiaron minuciosamente el entorno de los pastores, sus rostros, gestos y voces. No en vano iniciaron su carrera cinematográfica como reporteros y documentalistas (fueron coguionistas y codirectores de Italia no es un país pobre - 959-1961 -, del gran documentalista Joris Ivens) y colaboraron estrechamente con dos maestros del neorrealismo italiano: Zavattini y Rossellini.
La obra de los Taviani -desde el año 1954 en que formaron colectivo con el director Valentino Orsini- se distingue por la rigurosa coherencia de su cine orientada hacia una búsqueda crítica de la realidad italiana y a una reflexión sobre los problemas y crisis de la izquierda, acompañada de una valiosa contribución expresiva. La banda sonora de Padre padrone es todo un modelo de la utilización narrativa y dramática del sonido, que culmina con la música del acordeón en el redil -Mozart y Strauss están allí-, provocadora de la rebelión final de Gavino.
Más tarde, el pastor bachiller, marginado por todas las instituciones, escribirá al padre: «He descubierto que también los corderos, e incluso los criados, deben estudiar. Voy a desilusionarte ahora, porque no te obedezco».
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