La situación en Líbano se aproxima a la guerra generalizada

Las ciudades libanesas de Beirut, Sidón y Tiro fueron ayer nuevamente blanco de la artillería de las milicias derechistas del mayor Saad Haddad, con apoyo de Israel, así como el enclave palestino de Nabatieh, situado tan sólo a quince kilómetros de la frontera líbano-israelí. Al menos siete personas resultaron muertas y otras treinta heridas ayer en Beirut, que fue sobrevolada en varias ocasiones por cazabombarderos de la fuerza aérea israelí.El aeropuerto de la capital libanesa, Beirut, permanece cerrado, y la ciudad de Sidón, que también sufrió duros bombardeos ayer, al igual que los tres días precedentes, estaba ayer paralizada ante los ataques de las milicias cristianas. Los bombardeos comenzaron sobre las tres ciudades al Iniciarse la mañana, tras la tregua nocturna que hizo enmudecer el cañoneo generalizado.

Mientras el secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, lanzaba ayer un nuevo llamamiento al cese el fuego en Líbano, el primer ministro israelí recibía ayer, con el general William Callhagan, responsable de las fuerzas de pacificación de las Naciones Unidas en el sur de Líbano, FINUL. Beguin prometió a Callhagan que Israel, el Gobierno y las fuerzas armadas israelíes cooperarían con las fuerzas de pacificación de la ONU en Líbano, y que tratarían de evitar los choques entre las milicias derechistas de Haddad y las fuerzas de la ONU.

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