La actitud de la CEE

Muy pocos cambios -y en cualquier caso, inapreciables- cabe esperar de la actitud comunitaria a medio plazo con respecto a España. Y quizá queda esperar menos variación de las posturas de los dirigentes principales de cada uno de los paises miembros. Si del injustificado optimismo de hace dos años pasamos al lógico pesimismo iniciado el pasado verano, tras el «parón» de Giscard, veremos que el lento y largo proceso de negociación está siendo afectado más por estados de ánimo propio y por actitudes externas que por variaciones sustanciales en el tratamiento técnico y político del proceso de adhesión.El hecho de que el pasado día 5 la Comunidad Europea haya puesto en marcha «el procedimiento reglamentario para establecer una cooperación financiera con España a fin de facilitar su integración en la Europa comunitaria» no debe llamar a engaño. Lo que ha ocurrido, simplemente, es que la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Comunidad, ha transmitido al Consejo de Ministros, que es el órgano decisorio, una propuesta para que la cooperación adopte la forma de un apoyo financiero a España a través del Banco Europeo de Inversiones. La petición de esta ayuda, que han disfrutado todos los países aspirantes, fue hecha por el Gobierno español hace cinco meses. La respuesta, por tanto, no debe ser interpretada como una concesión espontánea y gratuita, que algunos han querido relacionar incluso como un apoyo tras el frustrado golpe militar del23 de febrero, sino como la conclusión del plazo normal de maduración de este tipo de decisiones. (...)

, 10 de marzo