Un romántico incurable
El soltero más cotizado del mundo, su alteza real el príncipe Carlos, hijo mayor de la reina Isabel y del príncipe Felipe de Inglaterra, gustaba de llamarse hasta ahora, ya cumplidos los 32 años, un «romántico incurable».El príncipe Carlos nació en el propio palacio de Buckingham, el domingo 14 de noviembre de 1948, cuando su abuelo, el rey Jorge VI, cumplía su duodécimo año en el trono. El heredero de la corona británica fue bautizado por el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia de Inglaterra, y recibió los nombres de Carlos, Felipe, Arturo y Jorge.
Cuando subió al trono la reina Isabel II, en 1952, el príncipe Carlos asumió las responsabilidades del heredero de la corona y recibió el título de duque de Cornualles.
El príncipe Carlos se educó en el Cheam School, así como en la escuela de Gordonstown, en Escocia.
A finales de enero de 1966, el príncipe marchó a Australia para estudiar durante un año, sentando así el precedente de ser el primer miembro de la familia real que ingresaba en un centro docente de la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth). Después pasó una temporada en México e ingresó en la Universidad de Cambridge, donde estudió arqueología y antropología.
Su primer acto oficial, en representación de su madre, tuvo lugar con motivo de las honras fúnebres de Harold Holt, primer ministro de Australia, en 1967.
La investidura del heredero de la corona británica como príncipe de Gales se celebró en el castillo de Carnavon el 1 de julio de 1969. Su primer destino militar fue en el regimiento real de Gales, con el grado de coronel. En 1970 toma posesión de su escaño en la Cámara de los Lores y meses después ingresa en la academia del Ejército del Aire en Cranwell, compromiso previo a su incorporación a la Marina de Guerra.
Multifacético, el príncipe Carlos es capaz de pilotar helicópteros, jugar al polo, tirarse en paracaídas, tocar el violoncelo, comandar un navío de guerra, cazar jabalíes o actuar como hombre de negocios.
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