Alarmante escasez de agua en Ávila

En la presa de Becerril, principal centro de suministro de agua potable a la capital abulense, queda agua para cinco días, según informaron a EL PAÍS en fuentes del Ayuntamiento. La cantidad de agua almacenada se mantiene como reserva en caso de emergencia, mientras que el suministro actual se realiza mediante bombeos desde el río Adaja, cuyo caudal disminuyó también de forma alarmante debido a la sequía.

A mediados de la semana pasada entraron en vigor una serie de medidas dictadas por el Ayuntamiento con el fin de restringir el consumo de agua potable. El suministro se corta desde las once de la noche hasta las seis de la mañana, ya que la bomba que eleva el agua desde el Adaja se encuentra al límite de su capacidad de funcionamiento. Muchos de los vecinos han terminado por acudir a las fuentes próximas de la ciudad en busca de agua, debido al mal olor y al color del agua que sale por los grifos. Por su parte, las autoridades sanitarias han manifestado que no existe peligro de contaminación y que el agua es perfectamente potable.El problema del suministro de agua para el consumo en la capital abulense se pierde en él tiempo. Normalmente, el abastecimiento se realiza desde la presa de Becerril, insuficiente para las necesidades actuales, por lo que ha habido que construir instalaciones en los ríos Adaja y Chico para las épocas de sequía. El problema quedará solucionado con la entrada en servicio de la presa del Voltoya.