El poder, para la clase obrera, sin intermediarios

Tito dijo en una ocasión: «Hemos estudiado el sistema soviético, porque es un ejemplo, pero vamos a desarrollar el comunismo en nuestro país siguiendo métodos diferentes.» Bajo estas palabras se escondía la intención, que hizo realidad el mariscal yugoslavo, de poner en marcha un modelo socialista autogestionario.El modelo socialista yugoslavo se apoya, como soportes claves, en la autogestión y la no alineación.

La propiedad colectiva de los medios de producción es la característica fundamental del sistema socialista.

Tito permitió en Yugoslavia algunas formas de propiedad privada, pequeños granjeros, artesanos y comerciantes, y que quedan muy lejos del control absoluto del Estado.

El mariscal Tito afianzó también la oposición internacional de su país, convirtiéndose en paladín de la política de no alineación, movimiento político que se proyectó en las conferencias de Belgrado, El Cairo, Lusaka, Argel, Colombo y La Habana.

En política internacional, Tito quiso mantener en el difícil mundo de las relaciones internacionales, «la equidistancia de los grandes bloques».

Esta política le sirvió a Tito para convertirse en un jefe de Estado respetado en todo el mundo, lo que no deja de ser una garantía en el caso de una eventual intervención soviética en los difíciles tiempos que se avecinan ahora del postitismo.