La gestora del PSOE recomienda silencio a sus afiliados sobre la crisis interna

El congreso extraordinario del PSOE se celebrará entre la segunda semana de septiembre y la primera de octubre, según acuerdo adoptado por la comisión gestora de dicho partido, que preside José Federico de Carvajal. La dirección en funciones del PSOE ha, decidido igualmente hacer un llamamiento a los afiliados para que no hagan declaraciones sobre la crisis interna del partido.

Los únicos puntos a tratar por el congreso de otoño serán los referidos a la línea política y la elección de una nueva dirección. El primero de ellos supone una probable revisión de la ponencia política aprobada en el congreso ordinario -y en este sentido se conoce ya la existencia de algunas iniciativas al respecto-, y el segundo implica la elección de una nueva comisión ejecutiva, que las circunstancias del congreso anterior hicieron imposible. No obstante, la falta de una ejecutiva formalmente constituida no ha provocado una falla en las responsabilidades políticas del PSOE, que han continuado asumidas por Felipe González y el conjunto del grupo parlamentario.Particular atención ha merecido para los medios socialistas un acuerdo de la comisión gestora del partido, en el sentido de recomendar a los afiliados que no hagan declaraciones públicas sobre el debate interno del XXVIII Congreso.

A la espera de que el texto oficial de la gestora llegue a las distintas agrupaciones, algunos sectores del mismo comentan que puede ser negativo para la transparencia pública que deben tener los asuntos que afectan a un partido de la importancia del PSOE, mientras otros piensan que el carácter interno del debate justifica la medida o bien supone un deseo de conciliación de posturas.

Por otra parte, Luis Gómez Llorente manifestó ayer, en el Palacio de las Cortes, su acatamiento de la decisión de la comisión gestora del PSOE, que no ha aceptado su dimisión como vicepresidente segundo del Congreso.

No obstante, el señor Gómez Llorente mantiene la postura que le llevó a pedir la dimisión, y expresa su deseo de que la dirección en funciones del partido revise su determinación de no permitirle dimitir. Asimismo anuncia que continuará ocupando el cargo para no crear al partido un problema político, pues si el PSOE no tiene prevista su sustitución se expone a perder la vicepresidencia que ocupa en la Cámara.