Nuevos choques armados entre nacionalistas kurdos e islámicos iraníes

Por segunda vez en menos de un mes, el Kurdistán irani volvió ayer, y el viernes, a ser escenario de duros combates entre nacionalistas kurdos y las fuerzas islámicas fieles al Gobierno de Teberán, según informaron ayer en la capital iraní fuentes de toda solvencia. Los combates, que incluyen armas automáticas y fuego de morteros, se registraron en la ciudad de Naghadesh, escenario de violentos choques armados hace un mes.

La reanudación de los combates sorprendieron ayer a medios políticos de Teherán, que pensaban que la misión mediadora del ayatollah Taleghani hace un mi es había apaciguado las tensiones autonomistas, e incluso nacionalistas, de los guerrilleros kurdos.Los combates comenzaron el viernes cuando un desconocido disparó contra miles de militantes del Partido Demócrata del Kurdistán iraní, que celebraban un mitin en Naghadesh.

Radio Teherán dijo que cinco personas murieron y trece resultaron heridas en los enfrentamientos del viernes, mientras el diario Ayendegann afirmó que entre cinco y treinta personas murieron y 150 fueron heridas.

Este nuevo brote de violencia es el peor desde que rebeldes kurdos combatieron el pasado mes de marzo contra fuerzas del Ejército en la ciudad de Sanandaj, la capital del Kurdistán iraní. Las luchas ocasionaron un minimo de quinientos muertos y cientos de heridos.

El Partido Demócrata del Kurdistán iraní exige la autonomía para la región.

Actualidad iraní

Por otra parte, el Partido Comunista anti-revisionista iraní puso ayer en guardia a las fuerzas de izquierdas ante la posibilidad de que «próximamente, y bajo diversos pretextos, se desencadene una represión anti-comunista y contra las izquierdas» en Irán.El partido hizo público a este respecto un comunicado en el que, tras afirmar lo anterior, añadió que desean el desencadenamiento de esa represión del «imperialismo norteamericano y el social-imperialismo soviético».

En otro orden de cosas, el ayatollah Jomeini declaró en En Gom -según Radio Teherán- que «el régimen corrompido» de Israel debe ser aniquilado y que no se puede permitir que quienes lo apoyan amplíen su influencia.

«Israel -añadió Jomeini- no solamente trata de destruir totalmente a Palestina, sino también de dominar a todos los países islámicos y a todos los musulmanes de la región».

Jomeiny aseguró que «las diferencias entre los Estados de Oriente Próximo le han permitido a Israel, a pesar de lo reducido de su población, traer en jaque a los árabes, que disponen de una población muy numerosa y de un importante arsenal de armas».