Las nuevas reglas terminaron con los especialistas

La reciente Copa del Mundo finalizada en Furano (Japón) consagró como campeones al suizo Luescher y a la austríaca Proell; él, casi un desconocido del gran público, y ella, una de las famosas estrellas del esquí mundial. Sin embargo, la victoria del helvético no resultó extraña si se recuerda la nueva normativa que la FIS aprobó para estas pruebas, beneficiosa para los esquiadores polivalentes. Una buena prueba de ello ha sido el caso de que el sueco Stenmark, ganador de la Copa del Mundo en años pasados, y gran especialista en los slaloms, que se ha clasificado en quinto lugar de la general, justo detrás de la élite de los polivalentes.Ya desde el comienzo de la edición de este año, y ante estas nuevas reglas, algunos entrenadores, y principalmente el de Stenmark, levantaron sus voces airadas contra lo que ellos consideraban un ataque a los intereses de sus pupilos. Sin embargo, la FIS no escuchó las protestas y, con buena lógica, optó por no cambiar ni un punto de la nueva normativa que, por fin, iba a impedir el caso de que un esquiador que jamás corre en los descensos pudiera adjudicarse la victoria final al participar sólo en los slaloms.

Con las cosas así comenzaron las competiciones. A pesar de lo desfavorable de los reglamentos, Stenmark copó el primer puesto durante algunas semanas, amenazado muy de cerca por el suizo Luescher (el mejor polivalente de todos) y el norteamericano Phil Mahre, que esta temporada terminó de destaparse como un importante rival, hasta el punto de que al. comenzar el tercer y último período acosó de una forma incesante al líder suizo. Sin embargo, la desgracia se cebó en él, y precisamente en su propia tierra, Lake Placid: se rompió una pierna, con lo que perdió toda esperanza de poder llegar al primer puesto. De, todas formas, en una panorámica general, la impresión más generalizada ha sido que una nueva generación. desbanca a los «viejos leones» que hasta hace poco se repartían los triunfos. Sólo en los slaloms todavía destaca Thoeni (noveno de la general), Neurether, de la RFA, o el también italiano Piero Gros.

En cuanto a las chicas, también se ha notado el resurgir de una nueva generación, encarnada por jovencísimas esquiadoras, como Heidi Preusse, de Estados Unidos; Regina SackI, de Austria, o la italiana María Rosa Quario. Sin embargo, y a pesar de su calidad, aún son superadas por las veteranas, que van al copo de los triunfos. Es el caso de la austríaca Ana Marie Moser Proell, que además del dominio en su prueba favorita, el descenso, ha asumido plenamente la técnica del slalom, y de su gran rival, segunda a sólo tres puntos, Hanni Wenzel, de Liechtenstein, campeona el año pasado.