García Asensio sustiyó a Markevitch

Suspendió Markevitch, por enfermedad, su segunda actuación y Enrique García Asensio se hizo cargo, a última hora, del último programa de la RTVE. Respetó la primera parte y cambió la primera sinfonía de Mahler por la segunda de Tschaikowsky.Versión delicada, llena de intencionalidad, la de Pulcinella, una de las mas sorpresivas páginas de Strawinsky, en la que vuelve la mirada al pasado italiano a través de una temática perfolesina para lograr unos resultados que tanto son del napolitano como del ruso y que, a veces, más bien parecen exclusivos del autor de Petrouchka.

Brillantez y plasticidad dominaron la exposición de El aprendiz de brujo, de Paul Dukas, tan frecuentado antes como poco programado ahora. Poética y plena de irónía, objetiva y a la vez narradora en sonidos de la balada de Goethe, la página de Dukas, por su sentido dinamico, por el concepto de movimiento continuo y por la ejemplar orquestación dio lugar a que los profesores radiotelevisivos, inteligentemente conducidos por García Asensio, lucieran todas sus posibilidades. En fin, de la segunda sinfonía, de Tschaikowsky (la conocida con el nombre de pequeña Rusia), el titular de la RTVE nos propuso la versión que de él mismo conocemos: apasionada y, a la vez, mesurada; altamente romántica y, al mismo tiempo, graciosamente popular. Varia en su discurso melódico e instrumental, unitaria en su línea general, la versión fue espléndida y así lo reconoció un público que no regateó las ovaciones. Intervenciones solistas como las de Pedro León y Pedro Corostola en Pulcinella pueden simbolizar, por su calidad,cuantas figuran en la obra strawinskyana.