El sector renovador de AP, disconforme con los resultados obtenidos

La línea más progresiva de Alianza Popular (AP) parece decidida a forzar en lo posible las posiciones conseguidas en el congreso nacional que tuvo lugar en Madrid a finales del mes pasado. La estrategia consiste, de momento, según fuentes de toda solvencia, en llevar a la práctica el programa del partido y en sofocar la influencia de algunos de los líderes que aún permanecen en AP.El programa de AP aprobado en el congreso contiene, en buena parte, los postulados del libro blanco para la reforma que elaboró Reforma Democrática antes de la adscripción a AP de parte de sus miembros, bajo el liderazgo de Manuel Fraga.

En cuanto a las situaciones personales, el personaje que mayores reticencias despierta entre esos sectores progresivos de AP es Laureano López Rodó, al que se juzga incapacitado para apoyar la operación de cambio de imagen emprendida.

Dentro de esta operación renovadora, las manifestaciones del presidente regional de Asturias, señor Orejas, en contra de las posiciones franquistas de muchos directivos del partido en aquella región estarían animadas y respaldadas desde Madrid por elementos del mismo sector progresista, que no dudan en aceptar de muy buen grado todas las bajas que puedan producirse por el flanco más derechista del partido.

En todo caso, parece cierto que la operación renovadora tratará de identificarse en los próximos meses, y con la intención de lograr resultados a corto plazo, tanto en este sentido como en los intentos de lograr adhesiones entre personalidades y grupos de la derecha que pudieran configurar alguna formación política con capacidad electoral.

En Las Palmas, todos los miembros de la junta directiva de AP han dimitido para «dar paso a personas que den una renovada imagen de derecha sensata», según informa Cifra.