El otro teatro

Sufriendo y salvando, más que nadie, suspensiones, retrasos, dificulades administrativas, coincidencias horarias y problemas económicos, nuestro teatro marginal a los circuitos comerciales continúa con su ejemplar y espléndida batalla. Ahora son el Ateneo y la Sala Cadarso los mantenedores del fuego sagrado. Parece que el Alfil vuelve por esos fueros. Nadie desmaye.En la Sala Cadarso, cerrada por ahora por orden gubernativa, en campaña breve pero apasionada, el Teatro Universitario de Murcia logró presentar al fin La venta del ahorcado, de Domingo Miras, premio Lope de Vega 1975. La obra de Miras es la de un brillante cultivador del realismo crítico, con aceleraciones satíricas, excelente escritura y muy atractiva capacidad de fabulación.

La trayectoria del Teatro Universitario de Murcia, por otra parte, incluye un punto de partida con Valle, Unamuno y Azorín, prolongado después por una especial dedicación a los autores españoles de las hornadas de acceso difícil al público comercial. López Mozo Guirao, Pérez Casaux, Arias Velasco, Matilla, Ruibal, Riaza, Ubillos, Arias y Miras, constituyen los autores más intensamente trabajados por el grupo murciano. Un grupo maduro especialmente en la difícil vertiente de la interpretación.

En el Ateneo el Grupo Teatral Argentino, galardonado por la embajada de Francia en Buenos Aires con el premio Moliere 1975, presentó un interesante collage de la expresión lírica y dramática argentina que bajo el título A propósito de lo nuestro..., reúne textos varios desde Laferrére a Juan Carlos Ghiano y d esde José Hernández a Borges. Un muy buen trabajo profesional en búsqueda de los signos más eficaces para la expresión literaria de la argentinidad.