Concedido el pasaporte a la viuda de Grimau

Angela Grimáu, exiliada en Francia desde la edad de los nueve años, ya tiene pasaporte. Según fuentes competentes, anteayer llegó la autorización de Madrid al consulado general en París. La legalización de la señora Grimáu era uno de los casos test de la lentitud de la concesión de pasaportes y de la buena voluntad de las autoridades. Angela Grimáu fue la esposa de Julián Grimáu, el dirigente comunista ejecutado en Madrid en 1962. Desde los nueve años de edad se exilió con sus padres y no pudo volver a España más que el año pasado, cuando fue autorizada, durante veinticuatro horas, para asistir al traslado de los restos de su marido.

Después de la ocupación del consulado de París, el sábado último, los refugiados políticos se han dado cita para este sábado inmediato en el mismo lugar, y han invitado a los franceses que lo deseen para apoyar su petición de pasaporte. La cuestión sigue siendo tema de actualidad en Francia. Algún diario de izquierdas afirmaba ayer que «algunos representantes del Gobierno no ocultan la discriminación política que determina la concesión de pasaportes».

Estas mismas fuentes creen poder decir que, sólo en la región parisiense, hay aún 5.000 exiliados. El Ministerio del Interior, hace cuatro meses, declaró a EL PAIS que, en toda Francia, quedaban unos 33.000 exiliados, pero que la mayoría de ellos pueden volver si lo desean y, en la realidad, ocurre que están instalados definitivamente en Francia.

Fuentes próximas al consulado general de España en París, declararon anoche: «De dos días a esta parte, todo se está acelerando hasta el punto de que son muchos más los pasaportes que llegan autorizados de Madrid que el número de peticiones diarias».

De todas maneras, en círculos políticos de la capital, como entre los comentaristas se da por descontado que, para octubre próximo. cuando el Rey Juan Carlos realice el viaje oficial ya anunciado, «será imposible no se haya dado solución a este problema».