Paula Badosa, otra retirada y más frustración a las puertas de Wimbledon
La española, décima del mundo, abandona tras ceder el primer set en los cuartos de Berlín frente a la china Wang y su participación en el grande inglés queda en el aire


A cada avance, a cada reaparición, le sucede rápido un revés. De ahí la frustración de Paula Badosa este viernes, bandera blanca ante Xinyu Wang —tras haber cedido por 6-1 el primer set, solo 28 minutos de partido—, raquetazos contra el césped y expuesta este año a una realidad cruda, fría e indeseablemente duradera: quiere, pero su físico no le deja. De nuevo, un nivel esperanzador hasta que el infortunio se cruza otra vez en su camino y se ve obligada a abandonar. Sucede esta vez en los cuartos del torneo de Berlín y a poco más de una semana para Wimbledon, a partir del día 30, por lo que su presencia en el grande británico queda rodeada de interrogantes porque, llegue allí o no, su pelea va mucho más allá de lo puntual.
La de Badosa es una lucha muy desagradable porque se trata de una deportista de élite que, a sus 27 años, en su mejor momento profesional e instalada en el décimo peldaño del circuito, se topa una y otra vez con el doloroso freno impuesto por su físico. Es ella contra su espalda, dañada desde mayo de 2023, cuando sufrió una fractura vertebral en la zona lumbar (L4) mientras competía en Roma. A partir de ahí, un bucle sin fin y erosionante, un caer y levantarse que termina siendo agotador, pese a que ella no desista. “Rendirse nunca es una opción”, repite la tenista. De nuevo, sin embargo, no le queda más remedio que renunciar e interrumpir la buena marcha. Evitar males mayores.
Incómoda desde el principio, después de haber entregado la primera manga y a punto de perder el primer juego de la segunda, la española se dirige a la red y tras saludar a la rival y al juez, estrella cuatro veces la herramienta contra el césped y a continuación la lanza contra el vallado. Enfila el vestuario emocionada y resignada. El lunes y el miércoles había logrado sendas victorias frente a Eva Lys y Emma Navarro, demostrando el buen nivel, pero el dolor y las molestias le fuerzan a parar en Alemania y vuelve a la encrucijada: ¿Seguir o no? ¿Dónde demonios está la solución? Ahí está la voluntad y ahí está también el juego, pero chasis le traiciona una y otra vez.
a really unfortunate ending 💚
— wta (@WTA) June 20, 2025
Badosa is forced to retire due to injury, sending Wang Xinyu through to the Berlin semifinals.#BTO pic.twitter.com/vrI1H9FeFs
Hace menos de un mes, Badosa emitió un mensaje que revela un estado de ánimo. “Después de [dos] meses al margen, dos inyecciones dolorosas e incontables horas de rehabilitación, he regresado”, comunicaba antes de llegar a Roland Garros, tras caer en Estrasburgo; “lo que la mayoría de la gente no ve es la frustración, el miedo, las batallas silenciosas. La duda que surge cuando tu cuerpo no hace lo que solía hacer y te preguntas si alguna vez lo volverá a hacer. He perdido, pero estando en una pista de tenis ya gané. Lucharé pase lo que pase. No regreso solo para jugar, sino para demostrar que nada puede detenerme. Badosa estará aquí por un tiempo”.
Constante dolorosa
La catalana, que llegó a alcanzar el segundo puesto mundial en 2022, firmó un esperanzador inicio de curso en Australia, donde progresó hasta las semifinales del major oceánico. El resultado, en cualquier caso, no iba desligado de una constante muy complicada, por la que la deportista se levanta un día sí y otro también pendiente de cómo reaccionará su espalda y de si llegará o no al siguiente torneo; once (28 partidos) ha disputado en este 2025, aunque muchos de ellos condicionada y entre dudas, preguntándose qué margen le concederá y situada entre dos mundos: aceptándolo, porque no le queda otra, pero ante todo sufriéndolo.
“Están poniéndome a prueba desde ahí arriba…”, se sinceraba en París, adonde llegó sin poder haber alcanzado el ritmo necesario para competir acorde a su exigencia. Durante la gira de tierra, solo pudo testearse en Estrasburgo y previamente ya había tenido que ir tachando citas como Indian Wells, Madrid o Roma, además de la renuncia a Miami, la retirada en Mérida (México) y otros descartes como Charleston y Stuttgart. La campaña anterior, la española ya tuvo que lidiar con una situación similar, después de haberse perdido medio año en 2023, aunque la cerró en clara línea ascendente hasta reaparecer en el primer plano. El azote, sin embargo, no desaparece.
Y se sincera: “Estoy tan cansada de esto...”.
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