El pequeño Alcaraz
Carlos Santos, entrenador del tenista murciano entre los 5 y los 12 años, recoge su experiencia en un libro


De repente, aparecen ante el mundo. Y todo lo vivido hasta ese momento cobra sentido. Cuando un deportista alcanza la élite culmina un proceso largo, exigente y silencioso. Un camino en el que no suele haber focos ni multitudes, en el que la familia y los entrenadores juegan un papel fundamental. Tantas horas de entrenamiento, tantos viajes, tantos días buenos, tantos días malos. Todas esas experiencias van incorporándose a una mochila imaginaria que acompañará de por vida al deportista. Algunos trayectos finalizan ahí, en el instante previo al deporte profesional. Otros se incorporan a la competición y desarrollan una carrera con más o menos éxitos. Algunos, muy pocos, llegan a una velocidad superior. Parecen destinados a hacer historia. Será entonces cuando empiecen a existir de manera oficial para el gran público. Y nadie más que ellos mismos y su entorno más cercano serán conscientes de todo lo vivido y trabajado hasta alcanzar la jugada decisiva que desemboca en la gloria.
Alcaraz, la forja de un campeón (Arzalia) es el libro en el que Carlos Santos recoge su experiencia como entrenador del tenista durante 7 años -desde los 5 hasta los 12-. El pequeño Alcaraz, que con el tiempo se convertiría en el número 1 masculino más joven de la historia de la raqueta, formaba parte de un grupo de niños que entrenaba en las instalaciones de la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar, en Murcia. Fue el padre del tenista el que contrató a Santos, que explica en el libro cómo el talento se ve rápido: en la forma de moverse, en la rapidez para dominar los diferentes golpeos, en la capacidad para cambiar la velocidad del juego, en la acertada lectura del rival. También cómo el entrenamiento debe ir acompañado de una formación académica, una disciplina, una higiene o un orden que hicieran de vasos comunicantes con lo que sucedía dentro de la pista. Un libro para entender cómo funciona el tenis en las etapas formativas -con su gran exigencia económica- y para comprender la repercusión y la magnitud de las decisiones que se van tomando en la vida.
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