Yarek Gasiorowski, central español del PSV: “No logro quitar a mi padre del camión”

“Hace rasca”, dice Yarek Gasiorowski (Polinyà del Xúquer, Valencia; 20 años) desde su domicilio en la fría y húmeda Eindhoven. El PSV, rival este martes del Atlético (21.00. Movistar LC), fichó a este internacional español sub 21 este verano después de abonar al Valencia unos nueve millones de euros. La operación fue satisfactoria para todas las partes. El chico había visto estancada su progresión ante la falta de minutos, su agencia de representación buscaba un club con un estilo de juego dominador que favoreciera sus características y el PSV rastreaba un futbolista de sus condiciones: central zurdo, que escasean en el mercado, espigado (1,90 metros) y buena salida de balón. En Eindhoven se ha encontrado con la confianza plena de su entrenador, el holandés Peter Bosz, para el que es titular indiscutible desde el primer día.

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Movistar Liga de Campeones Martes, 09/12/2025 21:00CET

“A los siete años entré en el Valencia, toda mi vida allí, en el club en el que soñaba todo. En la última temporada estuve tres o cuatro meses sin jugar. En la vida hay que tomar decisiones y acerté. Para el Valencia, económicamente, también fue bueno. El PSV es un equipo al que le gusta jugar mucho el balón, tenemos esa identidad, aunque el partido vaya mal”, asevera.

De padre polaco, Yarek mantiene un empeño con su progenitor que no consigue cristalizar pese a que su bienestar económico y el de su familia comienzan a estar bien encauzados. “Es camionero y no consigo quitarle del camión. No hay manera, él es feliz así. Hablo mucho con él, cuando me llama y escucho eco, pienso: ya está este hombre en el camión. A la mínima que puede lo coge y se marcha tres o cuatro días. Me ayuda mucho, su opinión siempre es una perspectiva desde fuera”, relata entre risas y resignación. Su hermana, 11 años mayor que él, es psicóloga, pero asegura que no trabaja con él aspectos que tengan que ver con su integración en el fútbol y en el deporte de élite. “Hablamos todos los días y es una persona importante para mí porque me hace sentir que nunca estaré solo. Soy muy tranquilo para todo, incluido el fútbol”. Hace dos semanas el PSV visitó Anfield (1-4) y tuvo enfrente a Virgil van Dijk, su gran referente junto a Sergio Ramos. “Antes de empezar sentí ese hormigueo, pero esto es fútbol. Da igual que estén Salah o Ekitike, cuando toco el primer balón trato de jugar como cuando lo hacía con mis amigos en el polideportivo, intentando ser el mejor”. De Van Dijk y Ramos dice admirar “su contundencia en los cruces”.

Yarek responde a la demanda del paradigma vigente que exige a los centrales buen pie: “Lo primero de un defensa es defender, la propia palabra lo dice, pero siempre me ha gustado sacar el balón jugado, aunque con cabeza. Soy de los que, ante alguna duda, balón largo arriba”. Con 20 años admite que aún tiene aspectos del juego por pulir, “pero si miro atrás veo que he mejorado mucho en los duelos. Me siento más seguro”.

Sobre lo que puede encontrarse esta noche el Atlético colectivamente, Yarek apunta a un equipo “muy competitivo, vamos al máximo, no nos conformamos aunque vayamos ganando 3-0. Tenemos claro a qué jugamos, vamos a muerte con ese plan”. Individualmente, por no extenderse, se refiere a Ivan Perisic como “una leyenda, nos aporta veteranía. Se las sabe todas”. Del escurridizo marroquí Saibari advierte que “nos da muchísimo en ataque. Le tengo que defender en los entrenos y no sé nunca por dónde va a salir, siempre tiene algo para hacerte”.

Y, por último, elogia a Ryan Flamingo, su pareja en el centro de la defensa en Eindhoven: “Ese sí que se la juega más que yo en los pases. Yo, si puedo darlo, lo doy, pero él sí hace unos pases filtrados increíbles para romper líneas. Tengo que aprender de él”.