

El Mirandés se gana el derecho a soñar y se mete en la final del ‘playoff’ de ascenso a Primera
Los de Lisci superan con amplitud al Racing y se la jugarán frente al Oviedo


En Miranda de Ebro viven en una nube. La ciudad ferroviaria, nudo de comunicaciones que decían los libros de texto de los años setenta, la fábrica de los trenes Talgo en territorio vasco aunque apenas a cuatro kilómetros del centro de la ciudad; esa Calle de la Estación en la que tenía sus oficinas hasta hace poco el Club Deportivo Mirandés que está a dos pasos de ascender a Primera División, con permiso del Real Oviedo, claro, que no es cuestión baladí.


Jugó un partidazo el equipo burgalés en Santander, pero se volvió a Miranda con las dudas del empate a tres, un resultado peligroso a pesar de que la igualada les clasificaba, pero quedaba cierta intranquilidad después de completar 90 minutos magníficos. Al Racing no le quedaba otra que salir al abordaje en Anduva, jugar con la ansiedad de su rival y tratando de ser, al menos, tan incisivo como en su campo.
Sin embargo fue el equipo de casa el que marcó primero en lo que se adivinaba desde el inicio como un intercambio de golpes. Hugo Rincón, un cuchillo en la banda derecha, llegó casi hasta la línea de fondo y cedió atrás para que Izeta, con su habitual olfato, estuviera preparado para anotar. Fue un mazazo para los cántabros, pero menos, porque no habían pasado cinco minutos cuando un pase desde la izquierda de Andrés, con toda la intención del mundo, lo remató Maguette desde cerca de la portería para sembrar el desconcierto en las filas rojinegras.
La primera parte, aunque decayó en los últimos minutos, se convirtió en una sucesión de zarpazos de uno y otro equipo. Las ocasiones se sucedían. Las visitantes, por lógica, causaban inquietud en la parroquia local, aunque las del Mirandés parecían más claras. Ezkieta estuvo inspirado para salvar un par de acciones, lo mismo que al comienzo de la segunda mitad.
Pero el guardameta del Racing no tuvo tanta fortuna cuando el Mirandés intensificó su dominio sobre su meta. Primero se convirtió en el desafortunado protagonista del segundo gol de los de casa. Un centro desde la línea de fondo de Lachuer, le golpeó en la pierna y se fue a la red. Se derrumbó el Racing desde ese tanto, y no volvió a levantar cabeza. Solo habían pasado tres minutos desde el segundo gol cuando Hugo Rincón consiguió el tercero en un balón su suelto que llegó a sus pies. El disparo muy duro del lateral, golpeó en la pierna de un defensa antes de entrar. En el minuto 70, Izeta consiguió el cuarto tras una combinación letal entre Rincón y Panichelli. El Mirandés se ganaba el derecho a soñar.
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