De la Fuente, el penalti que erró Morata y la gestión del éxito

Cuando España regresó al hotel de concentración donde pasó la noche en Múnich, la jornada se apagó rápidamente. La fiesta preparada para los campeones se desvaneció en pequeños corrillos de conversación hasta que todos se retiraron a sus habitaciones. “No siempre se puede ganar”, advirtió un directivo de la Real Federación Española de Fútbol. Una idea similar a la que ya había expresado Luis de la Fuente en la sala de prensa del Allianz Arena: “El éxito es estar en disposición de ganar, y esta Selección lo estará siempre...”, subrayó el seleccionador. No engaña: al menos así lo respaldan los resultados. Campeón de la Nations League 2023, campeón de la Eurocopa 2024 y subcampeón de la Nations League 2025. Acumula un saldo de 31 partidos y solo dos derrotas.

“Los portugueses me dijeron que esta ha sido la mejor selección a la que se han enfrentado”, desveló De la Fuente en referencia a su conversación con Roberto Martínez, seleccionador de Portugal. Una idea similar intercambió con Didier Deschamps tras la semifinal ante Francia. El técnico galo, en cualquier caso, no quiso quedarse atrás frente al éxito de la Roja: “Es imposible ver un partido con tantas estrellas”. Portugal le arrebató a la Roja la ilusión del triplete europeo. Una derrota dulce, si se quiere, que le deja a la Roja advertencias claras para De la Fuente y lecciones para algunos de sus futbolistas, especialmente para Lamine Yamal.

Aprender a perder. Mientras algunos miembros del área deportiva del Barcelona consideran que Yamal necesitaba “algún palo” para profundizar en su crecimiento, Joan Laporta tenía otros planes en mente. “Tiene que ganar para asegurar el Balón de Oro”, soltó el presidente azulgrana en la expedición de la Roja en la previa de la final. La Federación había invitado a presidentes de clubes a Alemania, y Laporta fue el único que, con jugadores de su equipo convocados por España, viajó a Múnich. El Real Madrid, por su parte, envió a Emilio Butragueño. “Nos hizo felices a todos y fue el alma de la fiesta”, confesaban fuentes de la RFEF.

Lamine, por su parte, no encontró respuestas para romper a Portugal. Fue silenciado en su banda por Nuno Mendes, reemplazado cuando se desentendió de trabajos defensivos. “A los que dicen que estoy crecido, les digo que mientras gane, no pueden decirme nada”, había declarado antes de la eliminatoria del partido de Champions ante al Inter. Según fuentes del Barça, no gestionó nada bien aquella derrota frente al equipo italiano y este domingo fue el primer jugador de la Roja en abandonar el campo. “Está cansado. En una competición así, del jueves a hoy, ha habido poco descanso. Lleva un año muy duro. Tiene 17 años y hay que dosificarlo cuando corresponde”, justificó De la Fuente.

Atado a la idea. El técnico presume de haber dotado al equipo de diferentes matices; la ausencia de alternativas fue justamente la crítica que se le hizo a su antecesor Luis Enrique, quien no ofreció un plan B en la dura derrota ante Marruecos en el Mundial de Catar. “Somos un equipo con diferentes registros. Podemos correr mucho, replegarnos rápido, sabemos defender en bloque bajo como lo hicimos contra Países Bajos en los cuartos de final de la Nations League”, explicaba la semana pasada en una entrevista con este periódico.

Pero a pesar de buscar flexibilidad en las soluciones tácticas, hay ideas de las que a De la Fuente le cuesta desprenderse. “Todos los entrenadores son iguales”, justifican desde Las Rozas.Dani Olmo no piensa lo mismo. Compatible cerca de Pedri en el Barcelona, el 10 de la selección española no jugó ni un minuto en la final, al igual que Fermín López, dos jugadores clave en el equipo de Hansi Flick, ganador de la Liga, la Copa y la Supercopa. Merino, en cambio, utilizado en el Arsenal como delantero, recuperó en la Roja su lugar como centrocampista.

Morata y la gestión del éxito. A los entrenadores comprometidos con sus jugadores, aquellos a los que se etiqueta como gestores, acostumbran a ser leales con los futbolistas con los que alcanzaron el éxito. Le pasó a Del Bosque con España y a Ancelotti, por ejemplo, en el Madrid. De la Fuente, por su parte, no puede soltar a su capitán Morata, refugiado en la liga turca, sin prácticamente protagonismo en la final a cuatro de la Nations, en la picota tras fallar el penalti ante Portugal.

“Si Morata ha fallado es porque se ha atrevido. Morata es un campeón y un referente para nosotros. Lamento mucho que haya sido él quien fallara, pero el responsable soy yo, porque se lo pedí”, lo defendió, una vez más, el seleccionador de España. Morata, habitualmente introspectivo, visualiza su final en la Roja: “Es una posibilidad que no esté en septiembre”, reflexionó sobre los partidos ante Bulgaria y Turquía correspondientes a la clasificación para el Mundial de 2026. “Sigo contando con todos, con los que están y con los que no han podido venir, como Carvajal, Rodri o Ferran. Siempre hay margen de mejora, pero hablar de cambio de ciclo... por favor. Hay jugadores que aún no tienen 25 años. Hay que seguir con la idea que venimos desarrollando. Les dije a los jugadores que estoy orgulloso de tenerles a ellos. Ahora debemos pensar en el Mundial”, concluyó De la Fuente.